Se dice que al llegar las vacaciones más largas, los niños pierden mucho de lo que aprendieron durante el ciclo escolar. ¿Cómo evitarlo?
Garantizar un descanso a los más jóvenes es importante, de esa forma estarán listos cuando las clases reinicien, pero también es necesario asegurarnos de que existan oportunidades de aprendizaje.
Durante el verano los niños no solo pausan su proceso educativo, sino que incluso pierden conocimientos, algunos expertos calculan que son entre uno y dos meses los que llegan a perderse durante las vacaciones. Esto es más severo para los estudiantes que viven en contextos de marginación o pobreza.
Aunque existen muchas teorías y aproximaciones a este fenómeno, es verdad que dar la oportunidad a los niños y jóvenes de que refuercen lo que se esforzaron en aprender es esencial.
Existen muchas formas de reforzar conocimientos y habilidades, pero una parte importante de las vacaciones es permitir que los niños se diviertan, más allá de la forma en que buscaremos que se interesen en los conocimientos o practiquen sus habilidades.
Busca experiencias que les permitan poner en práctica la lectura, las matemáticas, sus conocimientos de historia o ciencias, pero no dejes de lado sus intereses, pues esa es la mejor forma de atraerlos a las actividades.
La salud física también se pone en riesgo durante el verano, los niños que menos oportunidades tienen de practicar sus habilidades y aprendizajes corren más riesgo de que pasen el día frente a la televisión, dispositivos digitales y videojuegos, lo cual no es malo en sí mismo, pero se vuelve peligroso cuando ocurre en exceso.
Aunque la economía muchas veces limita nuestras opciones, busca museos, bibliotecas, casas de cultura o centros comunitarios locales, muchos de estos sitios tienen actividades gratuitas durante el verano que darán a los más jóvenes experiencias educativas, divertidas y diseñadas especialmente para ellos.
Fomentar nuevas habilidades en los niños dará la oportunidad de poner en práctica lo aprendido y repasarlo, incluso actividades diarias como la cocina, son excelentes formas de fomentar el aprendizaje e incluso habilidades de la función ejecutiva.
Por ejemplo, al cocinar se pone a prueba la comprensión lectora de una receta, aritmética y uso de medidas con los ingredientes, organización y habilidades motoras, además de la convivencia familiar, la paciencia y la creatividad.
Una de las posibilidades más accesibles a todos es la lectura, un buen libro que interese a los estudiantes los mantendrá entretenidos mientras viven experiencias nuevas, aumentan su vocabulario, cultivan su ortografía y gramática e incluso desarrollan resiliencia, empatía y abren su curiosidad.
¿Qué otras actividades crees que son beneficiosas para el aprendizaje social?