Tú y: han leído este artículo.
La escuela es un lugar muy importante para el desarrollo de los alumnos, no solo en el aspecto académico, también en los aspectos sociales y de crecimiento personal, pues así es como los más pequeños y los adolescentes establecen relaciones y se conocen a sí mismos, conocen sus habilidades, desarrollan sus fortalezas e incluso sus inseguridades. Además, para un buen proceso de enseñanza-aprendizaje, la educación socioemocional es esencial en el aula, pues a través de ella es que tendremos alumnos más regulados, que se sienten seguros en su ambiente y capaces de sobreponerse a las dificultades.
Por ello, para nosotros como docentes, es importante que nuestros alumnos fortalezcan su autoestima, ya que esto les ayudará a aprender mejor. En el aula hay varias estrategias que podemos poner en práctica con este objetivo. ¡Echa ojo!
La escuela puede ser una etapa difícil, hay mucha presión sobre el número que los estudiantes obtienen en sus tareas, en sus exámenes y en sus boletas y muchas veces la decepción de ver resultados que no cambian a pesar del esfuerzo disminuye la motivación y afecta el autoestima de los alumnos. Así, aprenden a ver sus errores como la fuente del fracaso, todo lo que no saben hacer se convierte en un seis o una calificación reprobatoria.
Pero si en nuestro salón de clases promovemos una cultura que se enfoque en el proceso y no tanto en el resultado les ayudaremos a ver sus errores como una oportunidad para crecer, un paso más en sus procesos de aprendizaje y algo natural en el camino, no como algo que debe evitarse o que se convierte en una carga en nuestro historial.
En este mismo enfoque es importante darle a los estudiantes información sobre sus resultados, no solamente un número en sus tareas o un solo examen en donde ponen a prueba todo lo que aprendieron en varios meses. Darle a los estudiantes información sobre su desempeño general, tanto en clases como en sus trabajos, puede ayudarlos a ver con más claridad sus áreas de oportunidad. Por otro lado, la retroalimentación personalizada les hace sentir que sus docentes les prestan atención, se dan el tiempo de conocerlos y de observar sus necesidades, lo que les da un lugar en el aula.
Claro que si nuestros grupos son muy numerosos no resulta tan simple, pues tenemos que hacer más eficientes los procesos de evaluación, pero busca un tiempo para hacerlo periódicamente y no dejes de lado pequeñas acciones, como enviar notas personalizadas, dejar mensajes en los trabajos que revisas o hablar directamente con ellos. Procura que cualquier tema se trate de forma privada y no los exhibas en el salón de clases, no importa si se trata de comentarios positivos o negativos.
Como docentes sabemos que sin importar cuántos grupos pasen por nuestra aula, todos son diferentes. Cada estudiante tiene características específicas que los hacen destacar entre sus compañeros y esto los hace únicos. Sin embargo, socialmente las diferencias no siempre resultan ventajosas, por el contrario, hay diferencias que hacen sentir a los estudiantes excluidos y muchas veces sus compañeros no saben cómo incluir estas características en su convivencia general. Estas diferencias pueden ser muy fáciles de identificar o tan sutiles que nos costará trabajo creer que significan una dificultad para ellos, sin embargo lo son. Tanto si podemos verlas como si nos pasan desapercibidas, nosotros necesitamos crear un ambiente en clase que dé la bienvenida a la diversidad. Procura entablar conversaciones en tu aula en las que tus estudiantes puedan reflexionar sobre por qué las particularidades son un tema importante y cómo aporta la diversidad al fortalecimiento de nuestra comunidad.
Gran parte del desarrollo de un niño o un adolescente viene con una sensación de ser autosuficiente, de aportar algo a nuestra comunidad, de sentirnos capaces de lograr nuevos retos conforme vamos creciendo y de tomar responsabilidad sobre nuevas actividades. Esto a veces es complejo, tanto para los padres como para los maestros, que buscan proteger a sus alumnos o incluso ahorrar un poco de tiempo en el ajetreado mundo en que vivimos. Por ello dar la oportunidad a los alumnos de hacerse cargo de ciertas decisiones, darles la responsabilidad de cumplir tareas que ayuden a toda su comunidad y abrir la oportunidad para que pongan en práctica nuevas habilidades es tan importante. ¿Cómo hacer esto? Permite que tus alumnos decidan algunas cosas por sí mismos, en ocasiones darles opciones para escoger su propia tarea o las características de su examen es suficiente. También puedes elegir alumnos al azar y rotar responsabilidades de la gestión de la clase, como recoger las tareas, pasar lista, compartir los materiales, etc. Estas pequeñas tareas les ayudarán a sentir que forman parte de la comunidad y fortalecen su autonomía. Es importante que no sean solo un privilegio o tareas asignadas a los “mejores de la clase”, sino que todos tengan esta oportunidad.
¿Cómo ayudas a tus alumnos a fortalecer su autoestima? ¡Comparte tus ideas con nosotros!