No es sencillo ser un docente en ninguna época del año, pero hay temporadas especialmente complejas en el día a día del docente. Entre ellas el fin de año. Diciembre es un mes lleno de celebraciones y buenos deseos, en los que las familias se reúnen y los festivales en las escuelas se llevan a cabo.
Esto unido a la emoción de los estudiantes que sienten cerca las fiestas hace que el ambiente en los salones de clases no sea nada sencillo. ¿Reconoces alguno de estos problemas en el salón de clases?
En cuanto el clima comienza a cambiar es inevitable que muchos estudiantes y docentes caigan en la trampa de las enfermedades respiratorias. Así que en esta temporada los profesores tienden a convivir con un montón de estornudos, tos y moqueo, por lo que estar alerta a los estudiantes que se lavaron las manos, los que se cubren al estornudar y los que parecen tener mejores defensas es importante.
Esta es la época del año en que más tienes que esforzarte para mantenerte a salvo de los gérmenes.
Lo normal a partir de los primeros días de diciembre es escuchar canciones navideñas a cada paso, si tenemos niños en casa las escucharemos todo el tiempo al interior de nuestros hogares, pero si eres maestro lo más probable es que incluso tengas ensayos con esas canciones en las que repetirlas una y otra vez es necesario, además de estudiantes que seguramente las cantan constantemente durante el día sin ningún reparo. No importa cuanto ames la Navidad, este mes las canciones navideñas pueden volverse en tu contra.
Si de por si la Navidad trae consigo su propio estrés festivo, para un docente significa mucho más trabajo del que parece manejable. Es momento de entregar calificaciones, organizar actividades especiales para las festividades, mantener el control en un salón mucho más distraído que de costumbre, además de preparar las festividades en casa, organizar a la familia, atender a los pequeños del hogar y hacerlo todo en menos de un mes, porque llegado diciembre el tiempo se va como agua.
No importa lo que hagamos para manejar un salón y la conducta de los alumnos, en diciembre todo se vuelve diez veces más complejo.Y es que en cuanto la sensación navideña invade el ambiente, los alumnos se ponen mucho más inquietos de lo normal, pues saben que pronto irán a casa a disfrutar de algunos días llenos de algarabía, algunos incluso comienzan a faltar a clases, lo cual nos deja con pocos alumnos o con alumnos con mucha energía. El problema es que este mes también suele ser de evaluaciones y trabajos finales, ensayos para actividades decembrinas especiales como conciertos o pastorelas y presentaciones importantes. Por ello el docente necesita esforzarse por mantener atentos a un grupo de estudiantes emocionados.
Y a pesar de todas las dificultades, incluso los docentes cuyo espíritu navideño no es muy entusiasta ven a sus alumnos esforzarse e ilusionarse con las festividades, por lo que acaban enamorados de nuevo de su trabajo y de todo lo que implica dar clases, pues los alumnos ayudan a revivir esa emoción de fin de año.
¿Qué es lo más interesante de esta época del año? ¿Y lo más difícil?