Muchos creemos que el orden, la disciplina y el silencio son características que deben caracterizar un salón de clases, pero agregar un toque de risa y diversión también es útil para crear una gran comunidad, cómoda y ordenada, darle la oportunidad a los alumnos de relajarse, disfrutar su estancia en la escuela, convivir entre ellos y, especialmente, reír, podría ser una mejor estrategia que sólo abordar los reglamentos para mantener el orden.
Ejercicios para reír
Empezar la clase con un calentamiento puede ser una buena forma de encender la energía e incluso lograr que los alumnos más inquietos tengan un momento para filtrar su energía a través de actividades más físicas. También son buenos para retomar el ritmo de la clase cuando ha caído o los alumnos están muy distraídos, aquí te dejamos algunos juegos que podrían serte muy útiles en tu día a día y que incentivarán el trabajo en equipo, la toma de decisiones, aceptar riesgos y una que otra carcajada que recordarán durante todo el día.
Cuenten hasta 10
Si puedes despeja el salón de clases y deja el espacio de en medio libre para que tus alumnos se muevan por el lugar libremente, si no es posible, pide a tu grupo que hagan un círculo. Todos deben mirar sus zapatos o el techo, no se vale ver el rostro de los compañeros. La idea es que entre todos logren contar hasta el número diez (o el 20, o el 30) sin mirarse entre ellos, una persona debe decir un número a la vez y si alguno pierde la cuenta o dos personas dicen un número al mismo tiempo, deben reiniciar la cuenta. Si caminan en el espacio será más difícil. Fija una meta y deja que lo logren.
¡Te veo!
Pídele a tus alumnos que formen un círculo y que bajen la mirada, que no se vean entre ellos, todos deben elegir a un compañero y mirar sus zapatos. Cuenta hasta diez para que levanten la mirada y vean la cara del compañero al que eligieron. Si casualmente esa persona los mira también deberán chocar los cinco. Puedes hacer varias rondas de este juego.
Una palabra
Este es un ejercicio de repetición y memoria. Forma un círculo con todos tus alumnos, cada quien debe escoger una palabra y crear un gesto, movimiento o postura que acompañe esa palabra, el compañero de al lado debe agregar una palabra más y repetir la de su compañero, esto debe ir sumando hasta completar la ronda. En este ejercicio puedes aprovechar y pedirle a tus alumnos que utilicen conceptos vistos antes en clase, como nombres de personajes históricos, términos gramáticales, conceptos matemáticos, etc. Depende de ti.
Una historia
Organiza equipos pequeños, entre tres y cinco personas, para que creen historias cortas. El primero debe hacer una oración sencilla, por ejemplo: Carlos se levantó temprano. El siguiente miembro del equipo deberá continuar esa misma historia con otra oración simple: (Carlos se levantó temprano) Fue a correr al parque. Y así sucesivamente, el último debe aportar una conclusión por fuerza, esto generará divertidas y extrañas historias que los harán reír y practicar algunas habilidades de discurso.
¡Quiero hacer esto!
Pídele a todos tus alumnos que se pongan de pie detrás de su silla, esta será su herramienta para el ejercicio de ser necesario. La idea es que alguna persona lance sugerencias de cosas para hacer, por ejemplo: ¡Quiero lavarme los dientes! Todo el grupo debe decir: ¡Hagámoslo! y hacerlo. La idea es que las actividades se pongan más divertidas cada vez y que todos entren al juego de la imaginación, por decir algo: ¡Quiero montar un dragón!
Estos juegos pueden ser la oportunidad perfecta para comenzar una clase llena de diversión y para que los alumnos se relajen, pues verán que su clase es un espacio seguro, amable y cordial. Las reglas seguirán ahí, pero enfocarnos en ejercicios que los hagan sentir más seguros y cómodos hará más fácil la tarea de cumplirlas.