En el salón de clases hay momentos que nos roban el corazón, pero también hay algunas situaciones que, por sobre todas las cosas, nos desconciertan. No es fácil, pero existen algunos momentos a las que deben sobreponerse rápidamente los docentes, porque la clase sigue. ¿Te ha pasado algo de esto?
La pregunta rara
A veces, justo cuando estás muy clavado en tu clase un niño levanta la mano. Tú piensas que el alumno tiene alguna duda, porque además lo has visto concentrado durante la sesión, lo único malo es que al hacer su pregunta, en realidad quiere ir al baño o hace una pregunta fuera de contexto que te desconcierta mucho. Eso rompe tu concentración inevitablemente.
Ciencia… ficción
Si eres maestro de historia o das alguna materia de ciencias, probablemente has tenido que romperle el corazón a algún alumno cuando te preguntó cuándo se extinguieron los dragones, en qué hábitat se encuentran a los unicornios o cómo funcionan las espadas láser… Es verdad que la tecnología ha avanzado muy rápido y probablemente algún día puedan ver el funcionamiento de los sables láser o de los viajes en el tiempo, pero por el momento, no niños, eso no es real.
Jekyll y Mr. Hyde
Es difícil creerlo, pero muchas veces tus alumnos parecen tener una doble personalidad, nada más porque en tu clase se comportan como tornados, mientras que, cuando hablas con sus papás, resulta que sus pequeños son ángeles del cielo. Eso sí que es raro. ¿Será que en el salón algo les causa esa conducta?
La respuesta incorrecta
Cuando das algún repaso y le pides a tus alumnos que participen, a veces, un niño excesivamente efusivo levanta la mano. Eso a ti también te emociona porque te encanta que participen. Lo malo es cuando se levanta emocionado y te pide la palabra con mucho entusiasmo, pero da la respuesta incorrecta… Sencillamente no sabes cómo responder a eso.
Déjà Vu
A veces hay papás bastante obstinados, algunos se presentan en la escuela constantemente para hablar sobre algún punto en especial, pero nunca faltan los papás que cada semana te visitan para hablar de exactamente el mismo tema, sea la razón que sea, no importa cuantas veces quieras hacer algo para solucionarlo, ellos encontrarán la forma de volver a verte y hablarte de lo mismo. Otra vez.
¿Qué otras situaciones has tenido que sortear en el salón de clases? ¡Cuéntanos!