Este tema se ha convertido en un tópico importante para toda una generación, aunque sin duda se ha experimentado entre los profesionistas desde hace tiempo. En muchos ámbitos los jóvenes, especialmente, han desarrollado una inseguridad constante que les preocupa al momento de crecer profesionalmente y a los jóvenes docentes les puede afectar aún más, al pensar que la vida de sus estudiantes puede alterarse por este proceso. A esto se le conoce como Síndrome del Impostor, concepto que podrías tener en mente para no detener tu crecimiento personal y profesional.
Se describe como la incapacidad de las personas de asumir y asimilar sus logros. Si eres alguien que constantemente cree que sus éxitos no son atribuibles a sus capacidades y conocimientos, sino a un golpe de suerte o a cuestiones fuera de su control, entonces probablemente has pasado por esto.
Es relativamente normal que a veces tengamos problemas para reconocer nuestros talentos y apreciar las cosas que hacemos bien, el problema es cuando esto se repite y nos causa estrés constante. La sensación de que en cualquier momento descubrirán quiénes somos en realidad o que cometeremos un inevitable error en cualquier momento. Este tipo de estrés nos podría llenar de ansiedad al punto de afectar nuestra vida diaria o limitar nuestro crecimiento, detenernos de alcanzar cualquier meta. Por ello es necesario conocer un poco más al respecto y estar atentos, pues esto nos ayudará a distinguir entre los problemas de percepción que podemos tener.
Algunos expertos sugieren que el origen de este problema está en diferentes fuentes, desde una dinámica familiar perfeccionista hasta la cultura en la que vivimos actualmente, que celebra los éxitos de las personas sin considerar la importancia del fracaso, cosas que no se ven en redes sociales o en medios de comunicación. También depende mucho de nuestra experiencia al aprender, de nuestra percepción de nosotros mismos o de los escenarios ideales que planteamos según nuestras creencias.
El grado de impacto de este síndrome puede variar y en realidad puede llegar a ser tan importante como para detenernos en el crecimiento personal, en nuestras relaciones, en el ámbito laboral y afectar todos los aspectos de nuestra vida. Evitará que corramos riesgos al tomar decisiones, nos dará miedo crecer y fracasar, además de que nos hará sentir que no podemos ser honestos con las personas que nos rodean, pues ellos podrían descubrir nuestras faltas.
No es fácil ser docente. Tenemos muchas responsabilidades y a veces nos inspiramos en maestros a los que admiramos, a quienes vemos como los verdaderos expertos, los poseedores del conocimiento. Pero esto no significa que no podamos trabajar con nuestras propias herramientas, aquí te damos algunas ideas para que sobrepases esta sensación y asumas tus éxitos, tanto personales como profesionales.
Estamos acostumbrados a ocultar nuestras debilidades, creemos que son cosas que nadie debe ver, pero en realidad compartir con otros nos ayudará a darnos cuenta de que todos tenemos momentos de duda, que todos estamos aprendiendo y que incluso nuestras experiencias y emociones son válidas y compartidas por otras personas.
Socialmente estamos muy acostumbrados a ver solamente la cara buena de los éxitos, mientras que el reprobar una materia, las equivocaciones y el fracaso suelen ser fuente de ansiedad, miedo y vergüenza. Sin embargo, nuestros errores son el paso necesario para lograr el éxito, nada es más importante en cualquier proceso de aprendizaje que las experiencias, las equivocaciones. Lo sabemos, pues vemos a nuestros alumnos pasar por varias etapas al aprender cosas nuevas y lo mismo aplica para nosotros, necesitamos equivocarnos para ser mejores. Así que es importante sentirnos cómodos con aceptar cuando algo no lo sabemos, entender que nos equivocaremos constantemente y que eso está bien, por lo que no seremos perfectos, sino que estaremos aprendiendo.
Con esta mentalidad podemos tomar nuevos riesgos, asumir nuevas aventuras con menos miedo al momento de equivocarnos, esta es una parte muy importante, pues solo tomando nuevas decisiones podremos salir de nuestra zona de confort, para realmente trazar nuevas metas, construir nuevos objetivos y mantenernos en crecimiento.
El Síndrome del Impostor puede hacer difícil cuando alguien celebra nuestros éxitos o nuestras habilidades, nos hace sentir que los comentarios positivos no los merecemos, por lo que tratamos de justificar cada palabra, dándole importancia a las circunstancias o a la suerte que tuvimos. Claro que estar agradecidos con las cosas que tenemos es importante, pero también aceptar esas palabras y reconocer que hacemos cosas bien.
¿Crees que el Síndrome del Impostor es algo que te ha afectado? Es normal y a muchos nos ha pasado. ¿Cuáles han sido tus estrategias para enfrentar esto? ¡Comparte con nosotros!