Los padres son una parte esencial en el desarrollo de los alumnos y a veces son justamente la parte más simple. Tener alumnos cuyos padres no se presentan para hablar con el maestro o nunca están disponibles para conversar sobre sus pequeños puede hacer más difícil cualquier circunstancia y a veces hay que tener mucha paciencia para lidiar con esta situación.
Sé comprensivo
Es muy difícil, porque como maestro puedes leer mucho de los padres en el comportamiento de tus alumnos y si en algún momento tratas de hablar con los padres, pero ellos no se presentan lo primero que sentirás es frustración e incluso enojo. Siempre es bueno apelar a la comprensión y a la empatía. Ten en cuenta que si los padres trabajan o viven lejos les será más complicado acercarse, considera también que hay factores muy difíciles que se interponen entre tú y ellos. No se trata de justificarlos, pero sí de que no pierdas de vista los obstáculos que podrían enfrentar, esta simple consideración te hará más sencillo enfrentar la situación.
Intenta otros medios
Si llamarlos a la escuela no es muy funcional para los padres porque trabajan lejos o hasta muy tarde, intenta programar otras formas de comunicación, una llamada o un mensaje podrían ser buenas herramientas, aún si no son ideales. Estar en comunicación, aunque sea parcial, es mejor que no tener comunicación en absoluto. Sé lo más flexible que puedas.
No solo hay padres
A veces, no vamos a mentir, tus alumnos no tienen el apoyo ideal en casa, sus padres, por las razones que sea, no llegan a reunirse con los maestros ni se ocupan realmente de que la escuela funcione, quizá porque tienen otras preocupaciones, pero muchas veces los alumnos tienen a alguien que, si bien no puede cumplir con las funciones de sus padres, si puede ofrecer apoyo y un ejemplo a seguir para ellos. Indaga un poco con los propios alumnos y trata de hablar con esa figura de adulto que lo apoya, sácale provecho y aunque no sea la solución ideal úsala a favor del estudiante. Un hermano mayor, el abuelo, alguna tía, esto puede ser útil para ti y para el pequeño.
Busca mentores
Esta parte puede ser difícil, pero indaga con tus ex alumnos o en las universidades, siempre existen grupos de estudiantes dispuestos a apoyar a otros y busca mentores para tus alumnos. Ellos tampoco cumplirán las funciones que haría un buen apoyo en casa, pero puede abrirle la puerta a tus alumnos para que se entusiasmen con la escuela. Tal vez no estarán con ellos al hacer la tarea, pero tener jóvenes que sirvan de modelo para los estudiantes más pequeños puede ser muy inspirador.
Los niños no
Muchas veces, la ausencia de padres cooperativos vendrá acompañada de alumnos muy complicados, esto evidentemente señala problemas en casa y probablemente implicará problemas en el aula. Si este caso llega a presentarse en tu aula siempre recuerda que tu alumno no es el culpable de la situación. En general esto no resuelve nada, pero tenerlo en mente te ayudará a conservar la calma y a no darte por vencido con los estudiantes. Recuerda que tu labor como docente es una oportunidad para esos niños.
Sin duda los padres son uno de los elementos clave en el desarrollo de los estudiantes, sin importar su edad, pero no siempre contamos con su apoyo. Por ello debemos buscar soluciones que no siempre son fáciles. ¿Cómo has lidiado tú con esta situación?