Ya hemos hablado de los distintos tipos de padres que sueles toparte en tu labor docente, es que esta parte de tu trabajo puede llegar a ser una de las más complicadas o de las más frustrantes, pero también es de las más importantes. Por eso te damos 5 ideas para tener la mejor relación posible con ellos, todo por el bien de tus alumnos.
Positivo, siempre positivo
Cuando nos reunimos con los padres es importante que exista un ambiente agradable, por eso la forma en que comunicas las cosas tienen un peso tan grande. Cuando desees platicar con algún papá sobre su hijo procura incluir aspectos positivos de tu alumno. Así evitarás que la mamá o el papá del niño en cuestión crean que tienes algo contra su hijo, sabrán que se trata de algo objetivo y estarán más dispuestos a escucharte.
Escuchar
Sabernos escuchados es la puerta para el diálogo, pues así vemos que nuestro interlocutor tiene disposición y nos presta atención. Hay padres que necesitan hacer catarsis, si bien, eres profesor y no psicoterapeuta, a veces toca ser estoico y no prestarte a discutir. De lo que te expresen, aprovecha lo que sea valioso. Deja que hablen y te expliquen su malestar, al final tendrás tiempo de responder a cada una de sus preguntas y juntos, tratar de llegar a acuerdos.
No pierdas la calma:
Si llega a tocarte un padre especialmente obstinado o que pierde los estribos con facilidad tendrás que ser tú quien se mantenga calmado, sólo así él verá que su actitud no es la correcta y será posible que logren llegar a un diálogo abierto. Si sientes que se está exaltando de más, quizá será mejor que interrumpas la plática, tomen un respiro y, si crees pertinente, luego de unos minutos, continuar, recobra la conversación, de lo contrario, solicítale que vuelva en otra ocasión. Para esto pide que una autoridad esté presente en esa reunión, así podrán llegar a acuerdos civilizados.
Trata de ser empático:
Hay papás que no comprenden tu responsabilidad, ni entienden del todo tu labor, eso hace difícil que tú seas empático con ellos; pero recuerda que para ningún padre es fácil aceptar que su pequeño es conflictivo en clase y menos aún si tu alumno(a) suele portarse diferente en casa y en la escuela. Deténte un minuto, piensa qué pasaría si tú fueras ese padre de familia y ese niño fuera tu propio hijo ¿Cómo te gustaría que su maestro te expresara el problema? Hazlo en el modo que sea más sano para todos.
Papelito habla:
Evita a toda costa llegar a acuerdos solo de palabra (las palabras se las lleva el viento), cuando trates un conflicto, ocupa los formatos de acuerdo que puedan facilitarte tus autoridades, en este documento los padres quedan enterados de la situación, firman al menos tres acciones a las que se comprometen para limitar la problemática que afecta el desempeño o convivencia de su hijo(a) y tú firmas otras tres para brindar apoyo desde el aula; de esta forma tendrás un respaldo en caso de que ellos no respeten el acuerdo. Esta es la mejor manera de evitar malos entendidos y reclamos posteriores.
Sin duda, tratar con los padres de familia puede ser una de las partes más difíciles de tu trabajo, pero también es una de las más importantes para el mejor desarrollo de los pequeños, porque tanto tú como sus padres son responsables de su aprendizaje. ¿Cómo haces tú para evitar conflictos y llevar la relación de una mejor manera?