Una de los grandes males que ha estado presente desde siempre en las escuelas y que en años recientes se ha convertido en un problema muy grave, es el acoso escolar, conocido también como bullying. Esto se trata de alumnos que, por distintas razones, agreden constantemente a sus compañeros, con lo que se ejerce una fuerte presión en los jóvenes o niños que lo sufren y que, tristemente, ha llegado a tener consecuencias realmente graves en distintos centros escolares.
Por exagerado o lejano que pueda parecernos este tema, el bullying es algo que ocurre en las escuelas, prácticamente a diario y en todos los entornos. Prevenirlo es clave para el desarrollo de nuestros alumnos, pues no afecta solamente un aspecto de la vida de las personas, sino que complica el aprendizaje, el desarrollo social y la autoestima.
Conoce a tus alumnos
Conocer a nuestros alumnos, observarlos y estar atento a la forma en que socializan, aprenden y cambian es un buen inicio, pues sabremos cuando algún alumno experimente cambios de conducta.
Crear comunidad
Transmitir a los alumnos el sentimiento de que forman parte de algo más grande que ellos mismos, que pertenecen a un grupo y a una escuela es la mejor manera de evitar que eso ocurra. Realizar actividades en las que los estudiantes entiendan que forman parte de una comunidad y que sus acciones generan consecuencias, no solo para ellos mismos, sino para los otros con quienes conviven, así como el desarrollo de la empatía, son armas que en, muchas situaciones, servirán para frenar problemas de acoso.
Los observadores
Tener conversaciones con ellos acerca del tema y de la importancia de su participación para evitar el bullying es también una forma de prevenirlo. En el problema de acoso, no solamente participan un abusador y un abusado, también están los demás miembros de la comunidad, que se convierten en observadores y en ellos está la diferencia. Empoderar a los estudiantes para hacerse responsables de esas situaciones es una forma de prevenir, pues si se saben capaces de actuar ante situaciones que consideran injustas estarán para apoyar a quien pase por ello.
Confianza y autoestima
La dinámica del acoso permite que, sin importar las características de una persona, cualquier sea susceptible de convertirse en víctima o victimario de bullying, pues la circunstancia hace vulnerables a las personas. Por ello, reafirmar la seguridad y la autoestima de nuestros alumnos es una forma de evitar que se propague el acoso. Trabajar con ellos ejercicios en los que se conozcan a si mismos y crear un ambiente de convivencia en el que todos comprendan que las diferencias los hacen más fuertes es una gran medida que, de darse la situación evitará el acoso.
Haz de tu salón y de tu escuela un lugar de inclusión, respeto y aceptación.
Confianza en los adultos
Finalmente, la confianza que los alumnos tengan en sus padres, maestros y demás autoridades ayudará a que, de darse la situación, ésta sea identificada de inmediato y pueda trabajarse lo antes posible, para evitar consecuencias graves o la afectación de la dinámica escolar. Para ello es importante tener un acercamiento con los estudiantes, mostrarles que se valora su trabajo, aprender de ellos y permitir que se acerquen a las autoridades con confianza, que reciban mucho más que solo reprimendas o regaños, ser escuchados, comprendidos y tomados en cuenta permitirá que sientan confianza para acercarse a las autoridades.
Respecto al acoso escolar hay mucho trabajo qué hacer. ¿Has identificado alguna situación difícil en tu escuela o salón de clases? ¿Cómo la has manejado?