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Lograr que los alumnos se interesen por ciertas materias puede ser complicado, y es que no todos sienten una inclinación natural por materias como matemáticas, física o química y esto puede convertirse en un terrible obstáculo para su camino académico. Quizá no vamos a lograr que nuestros alumnos decidan convertirse en científicos al salir de nuestro salón de clases, pero sí podemos hacer que se interesen un poco más por la ciencia y sobretodo enseñarles que la ciencia es importante, porque todo a nuestro alrededor se conecta con estas materias.
¿Cómo lograr esto?
Un pequeño inicio es acercarlos a la divulgación de la ciencia como tal, más allá de la parte teórica, de las fórmulas o de la tabla de elementos, a través de libros dedicados a los jóvenes o incluso influencers que se han dedicado a hacer de sus canales lugares divertidos para aprender. Si no conoces alguno, te recomendamos a Javier Santaolalla, un joven físico que se ha dedicado durante años a llevar la ciencia a los jóvenes, a través de charlas y actividades y especialmente con su canal de Youtube, en donde habla de ciencia con temas muy cercanos a los más chicos, como Star Wars.
Te dejamos su canal Date un Voltio.
Los libros de divulgación también son una herramienta extraordinaria, en México el Fondo de Cultura Económica tiene una colección dedicada a este tema, “La ciencia para todos”, o la revista de la UNAM “¿Cómo ves?”, una publicación mensual con artículos muy entretenidos y sencillos, pero con temas complejos e interesantes sobre el universo y la ciencia común.
A veces el salón de clases nos limita un poco y atrevernos a hacer experimentos no es tan fácil cuando hacen falta medios, sin embargo, el hecho de poner a los niños y jóvenes manos a la obra puede aumentar enormemente el interés por las materias científicas, organizar carreras de carritos de juguete en el salón de clases o crear pequeños huertos, por ejemplo, son excelentes maneras de interesarlos por la física o la biología, pues les mostrará en carne propia el conocimiento que ven en la teoría. Crear dulces, burbujas de jabón, cambiar las flores de colores, jugar con imanes, etc. son medios sencillos para que el salón de clases se convierta en un laboratorio y en un lugar interesante.
Existen numerosos concursos y convocatorias para jóvenes estudiantes y aunque en principio pueden parecer demasiado desafiantes, con un poco de práctica verás que tus alumnos aumentan cada vez sus oportunidades de ganar o acceder a otros niveles de concurso. El trabajo que hagan para estas convocatorias los motivará a aprender un poco más y se sentirán atraídos por instinto de competitividad, además podrías motivar el trabajo en equipo, y la cooperación entre tus estudiantes.
Confía en ellos y busca algún concurso para tus estudiantes, nunca sabes la sorpresa que se pueden llevar.
Estas materias son esenciales para el futuro del mundo, pues necesitamos más científicos que se interesen por los misterios del mundo y del universo. ¿Cómo motivas a tus estudiantes a conocer más sobre ciencia? ¡Comparte con nosotros tus ideas!