Inician nuevamente las clases y una vez más lo hacen a distancia. Aún no es claro cuando volvemos a las aulas y aunque esperamos que esa luz al final del túnel se haga cada día más clara, por el momento debemos continuar con la adaptación a esta nueva modalidad de enseñanza que nos ha alejado de las escuelas, pero acercado más a nuestros alumnos. Claro que no es el caso con todos, para algunos estudiantes y para algunos docentes la comunicación a distancia se ha hecho más difícil y construir un sentido de comunidad con ellos es cada día más complejo, lo cual tiene un fuerte impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Para cerrar esa gran brecha que se ha abierto al tratar de dar clases por medios virtuales o con programas a distancia podemos usar algunas herramientas que nos ayuden a acercarnos más a nuestros alumnos, a reforzar el vínculo y hacer sentir a nuestros alumnos que pertenecen a su comunidad escolar.
¡Aquí te damos algunas ideas!
Mantener la atención en clases a distancia, llamadas telefónicas o videos puede ser difícil, especialmente para los docentes que estamos acostumbrados a movernos por el salón de clases o utilizar todo nuestro cuerpo para hablar de ciertos temas. Pero no significa que nuestros recursos histriónicos estén agotados, por el contrario, es momento de echar mano de una de tus grandes herramientas: tu voz. Incluso en una llamada telefónica, en los videos que haces para tus alumnos, un audio de mensajería o la clase virtual, dale un acento a tu voz, susurra en el micrófono, levanta la voz, canta y modula más tus expresiones. Puedes echar mano de algunos tutoriales de locución o simplemente practicar un poco en casa, el uso de la voz es muy diverso y entretenido y puede ser muy útil para que tus alumnos se vinculen a la clase, mantengan arriba la atención y la motivación.
Que un alumno sienta que es visto por su docente es muy importante y lograr eso a la distancia puede ser muy complicado, especialmente porque es fácil perder a los alumnos que no encienden sus cámaras, que se conectan de vez en cuando o que nunca participan en clase. Tampoco implica que tengas que pasar el día completo llamando a cada estudiante y repitiendo la lección para cada uno, pero si es importante que te tomes unos minutos en la semana para enviar un mensaje personalizado, no a todos en un solo día, ni siquiera todos en una misma semana, quizá en un momento es importante para algunos, para otros en diferentes etapas, pero sí es necesario que cada uno sepa que tú estás atento como docente, que su voz es escuchada y que tienen un lugar en tu salón de clases.
Es importante garantizar que todas las voces tienen un espacio para participar. Quizá tengas alumnos muy activos que se hacen escuchar en las clases o sesiones, quizá tienes alumnos que hablan poco, pero envían tareas y trabajos, quizá tienes algunos que están ahí, pero no participan, por ello es importante habilitar espacios para que todos, en algún momento, levanten la voz, ya sea de forma oral o escrita. Las dinámicas de participación pueden variar y no todos tienen que hablar en todos los temas o para todas las clases, solo se trata de que a nadie le falten oportunidades ni espacios.
En medio de todo el caos que tenemos en el contexto actual, la escuela puede parecer imposible para algunos estudiantes, pero tener una rutina predecible y bien establecida puede ayudar a que los alumnos se sientan seguros y capaces, siempre sabrán qué esperar, cuándo pasarán las cosas y en qué momentos pueden participar. Abre tus sesiones siempre de la misma manera, procura que las semanas tengan el mismo ritmo y que los alumnos sepan cuáles son los métodos para ponerse en contacto contigo siempre. La rutina nos ayuda a todos a sentir que podemos entrar a un espacio sin sentirnos extraños a pesar del tiempo o la distancia.
La educación socioemocional tomó un papel muy importante en los últimos meses, pues a todos nos ha afectado lo desconcertante que se ha vuelto el presente. Quizá algunos estudiantes hayan pasado por situaciones difíciles en los últimos meses, quizá algunos sientan mucho estrés en la actualidad. Todo esto es un factor que afecta el aprendizaje y el desarrollo en la escuela y como docentes podemos ayudarlos a transitar por estos momentos con estrategias de autorregulación, al hablar de nuestras emociones o analizar lo que sentimos. Dales la oportunidad a tus alumnos de reflexionar sobre todo esto y ofrece herramientas para los momentos complicados, no tienes que ser un psicólogo especializado, simplemente puedes dar técnicas de respiración, ejercicios de relajación, pausas activas, ideas de estimulación sensorial, etc.
¿Cuáles son tus estrategias para acercarte a tus alumnos? ¡Comparte con nosotros tus ideas!