Este inicio de cursos es una gran oportunidad de comenzar con una cultura de comunidad que permee desde el salón de clases hasta alcanzar la esuela completa. Pues que los alumnos, los docentes y hasta los padres de familia sientan que son parte de algo más grande hará más sencillo que en las instalaciones de la escuela se viva un ambiente seguro y de confianza, además ayudará a que los problemas que se susciten sean más fáciles de resolver, pues habrá más disposición.
Cada año se integrana las escuelas nuevos alumnos, nuevos padres de familia y en ocasiones nuevo personal, docentes o administrativos. Para recibirlos es muy importante que todos participen, no sólo para los recién llegados, sino para toda la comunidad escolar, que sentirá que forma parte de algo que recibe cálidamente a los más pequeños, jóvenes o sencillamente nuevos.
Algo difícil de hacer es que todas las voces sean escuchadas y recibidas, pues los participantes de una escuela son muchos, pero si se organizan diferentes plataformas todos pueden sentirse escuchados y atendidos. Los padres de familia necesitan sentir que los profesores los escuchan, los alumnos necesitan saber que cuentan con su escuela, los docentes que sus autoridades los apoyan y las autoridades que los miembros de la comunidad los escuchan. No es una tarea sencilla, pero con buzones para alumnos, actividades para los padres de familia, juntas proactivas con los docentes, se puede lograr.
Como escuela, como director, como docente o incluso como administrativo es importante cuidar el tono que se usa para comunicarse con los alumnos y con los padres de familia, en ocasiones nuestra intención al comunicarnos es la mejor, pero el mensaje resulta un poco agresivo para quien lo recibe. Así que lo mejor es cuidar el tono en que decimos las cosas, desde la comunicación oficial hasta las juntas con los padres o con los alumnos.
Parte de que todos los miembros de una comunidad sientan que forman parte es necesario hacerles ver que sus opiniones son valoradas, respetadas y tomadas en cuenta, por lo que no basta escucharlos o crear espacios para que hablen, sino de analizar sus peticiones, reflexionar sobre sus propuestas y de atender las necesidades de todos. ¿Es una gestión complicada? Sí, pero para ello es necesaria la participación de todos, la empatía y la escucha activa. Algo que nace en los salones y que puede extenderse a toda la escuela.
El bullying o acoso escolar es un problema que hemos visto crecer e incluso endurecerse en los últimos años. Este problema afecta a quienes lo viven de forma directa, pero también afecta a la comunidad general, pues hace sentir a todos que viven en un ambiente de inseguridad, tensión y podría interponerse en el aprendizaje. Por ello poner en la mira la prevención es esencial, si has detectado el problema o si quieres evitarlo, es importante construir comunidad y hacer actividades que lo prevengan, poner en práctica la empatía, fortalecer a todos y hacerles ver que sus acciones tienen repercusiones en sus compañeros es una forma de atacar el problema, incluso antes de que ocurra.
¿En tu escuela se fortalece el sentimiento de comunidad? ¿Qué actividades ponen en práctica?