Ser maestro no es una profesión como cualquier otra, requiere de mucha vocación y pasión por conocer y enseñar a nuestros alumnos. En ocasiones los profesores se convierten en la figura que los estudiantes admiran e incluso en quien se refugian los pequeños o jóvenes que viven situaciones difíciles, por lo que ser docente no se trata solamente de saber explicar un tema, sino de acompañar a los pupilos, conocerlos, conectar con ellos e impulsar el talento de quienes pasan por nuestro salón de clases.
Por todo eso, los docentes poseen ciertas características y habilidades que se combinan para fortalecer el trabajo en el salón de clases.
Nosotros hicimos una lista de algunas de ellas. ¿Cuáles agegarías tú?
Lograr que los niños o jóvenes se interesen y mantenerlos atentos sobre todo en esos temas que son aburridos para todos. No se trata sólo de explicar, sino de saber compartirlo, de llamar su atención y de mostrarles la importancia que tendrá en su día a día. Aunque también es importante saber comunicarse con los padres de familia y con otros maestros.
Conectar con los alumnos es muy importante, es aprender a conocer su reacción de acuerdo a su edad y su entorno familiar y social. Para un buen maestro la empatía es un principio básico al momento de dar clases, solo así se conectará con los alumnos y se logrará una relación docente-alumno exitosa.
La paciencia es algo que se debe de tener presente todos los días y que además se tiene que trabajar mucho, no solamente para tratar a los niños sino también con todos los integrantes del plantel, desde director, compañeros maestros, administrativos y… ¡los padres!
Los maestros creativos y curiosos son generalmente quienes mejor transmiten su vitalidad y curiosidad a los niños o jóvenes. Los alumnos se contagian al ver y sentir a sus maestros creativos, con ideas siempre nuevas para motivar el interés en el salón de clases.
Ser creativo también es esencial para apoyar a los estudiantes con más retos, pues necesitan profes con visión, que busquen otros métodos y los ayuden a ver más allá.
Nunca dejar de aprender
Los maestros necesitan un gran sentido de adaptación a los constantes cambios dentro y fuera del ámbito educativo. Por ello, la capacitación constante es importante ya que dan nuevas ideas, nos muestran nuevas formas de enseñanza y el aprendizaje enriquece. Un profe sabe que todo cambia y el ambiente en el que se desarrollan nuestros alumnos no es la excepción, por lo que la experiencia no es el único elemento que nos ayuda a ser excelentes profes.
Estas son solamente algunas de las habilidades que se necesitan día a día en el salón de clases. ¿Cuáles añadirías tú a la lista? ¡Cuéntanos!