El avance de la tecnología y las transformaciones sociales han hecho de los cambios generacionales todo un reto. La llamada generación X (quienes nacieron entre 1962 y 1979, aproximadamente) e incluso personas pertenecientes a la generación baby boomer, gente que nació entre 1940 y 1960, conviven en los centros de trabajo con los más jóvenes, llamados generación Y o millennial, quienes ya se han integrado a la vida laboral. Esto ha generado diversas tensiones, pues las opiniones y puntos de vista pueden variar mucho de generación a generación, pero la diversidad es siempre una cualidad en los ambientes que puede y debe aprovecharse.
¿Por qué somos tan diferentes?
El desarrollo tecnológico, además de los cambios en las situaciones sociales, políticas y económicas, inevitablemente ha marcado a las personas. Mientras las generaciones anteriores buscaban estabilidad y constancia, los milenial están abiertos al cambio y a tomar riesgos. La hiperconectividad y la confianza en la tecnología son también rasgos que marcan al millennial, así como cierto individualismo que se contrapone a una fuerte consciencia global, rasgos que en ocasiones se enfrentan con las tradiciones o prácticas de muchos años.
¿Cómo son los profes milenial?
Los llamados milenial o generación Y son jóvenes que nacieron entre 1981 y 1995, aproximadamente, están acostumbrados a hacerse escuchar y están dispuestos a cambiar todos los paradigmas. Para ellos las convenciones anteriores, como la formación de una familia o la búsqueda de un patrimonio puede no ser tan relevante, mientras que suelen tener ideas innovadoras para resolver y aproximarse a los problemas.
Son profes que llegan con una poderosa visión de cambio, que no le tienen miedo a enfrentar nuevos retos y que suelen proponer soluciones novedosas a viejas problemáticas. Sin embargo llegan a demostrar dificultades con la jerarquía y pueden parecer impositivos, pues siempre se hacen escuchar. Al no priorizar la estabilidad pueden parecer volátiles y poco comprometidos, sin embargo son personas muy conscientes del mundo que les rodea, de los retos que enfrentan y de la importancia de su trabajo.
Los jóvenes milenial están acostumbrados y dispuestos a trabajar en equipo, por lo que les encanta colaborar y usar sus fortalezas en proyectos diversos. Otra ventaja es su natural cercanía con la tecnología, pues aún sin ser “nativos digitales”, la conocen perfectamente, por lo que les gusta aprovecharla en el salón de clases.
Algunas de estas características pueden entrar en conflicto con profesores de otras generaciones, acostumbrados a otros ritmos y a tener otras prioridades. Sin embargo lograr una dinámica de trabajo con ellos no es tan complicado, hay que asegurarse de escucharlos y mantenerse abiertos a sus sugerencias, crear un ambiente en el que se sientan respaldados y que ofrezca una guía es esencial, pues así como son innovadores, también llegan a sentirse abrumados.
¿Eres un profe millennial o trabajas con profes millennial? ¿Crees que son generaciones muy diferentes o realmente no se percibe ningún cambio? ¡Comparte con nosotros cuáles son tus impresiones!