Parece sencillo, dar clases es saber y algo y decirlo en voz alta para que otros lo entiendan, pero no, ser maestro es un reto y aunque se busca ser imparcial nuestra personalidad puede verse reflejada en el aula y en cómo nos perciben los alumnos.
¿Qué dirían los niños si ellos te describieran? Aquí dejamos algunos tipos de maestros que todos tuvimos en la escuela… y en lo que nos hemos convertido.
El maestro modelo
Trata de ser justo en las calificaciones, aunque esto implique poner una que otra mala nota, por eso siempre prepara sus clases con anticipación y evita faltar a clases, su prioridad son los alumnos a quienes busca apoyar siempre de la mejor manera, incluso busca a los papás en caso de ser necesario. Mantiene una buena relación con sus alumnos, aunque trata de no sobrepasar los límites. Nunca ha faltado a clases y tampoco ha llegado tarde.
Trasatlántico
Lo que importa es el esfuerzo, por eso califica con 10 a casi todos. Para eso propone puntos por asistencia, puntualidad, creatividad, participación… bueno, todos merecen un punto. ¿Tareas? Sí, de vez en cuando, aunque rara vez sean complicadas. Por otro lado, sus clases suelen ser amenas y aunque para evaluar es un barco, es muy bueno para explicar y para empatizar con sus alumnos, a quienes escucha, comprende y cuida, por eso y más sus alumnos lo adoran.
El más difícil
Diseñar exámenes es su pasatiempo favorito, siempre sabe cuáles son las preguntas más complicadas o cuáles los temas más difíciles. Nunca recibirá un trabajo después de la fecha límite, mucho menos si no llevan todo los datos que pidió. Es buena onda… siempre y cuando el alumno no rompa alguna regla, de lo contrario los papás serán citados en la escuela cuanto antes. ¿Aprobar? Sí, claro, para quienes son cumplidos y estudian. A pesar de su dura coraza, se preocupa por sus pequeños, así como por preparar todas sus clases y por explicar lo mejor posible.
El tímido
A veces sus alumnos le dan un poco de miedo. Aunque es bueno para dar sus clases, explicar e incluso para diseñar exámenes y tareas tiene un problema para la disciplina, en cuanto algo sale de su plan los alumnos se descontrolan y no siempre le es fácil recuperar la calma del salón de clases, tiene una voz suave y un corazón de pollo. Ha necesitado una mano de algún colega, pero es muy bueno para explicar y los alumnos lo saben.
La estrella de Rock
Es el maestro más popular de la escuela, todos los niños quieren tomar clase con él y es que cuenta las mejores anécdotas, alguno que otro chiste y para explicar sus temas sabe buscar entre los ídolos de sus alumnos o los programas populares, los temas de moda, por eso los niños esperan su clase. A veces su salón es un alboroto y ha llegado a importunar otros grupos, pero es que disfruta mucho enseñar. Su único problema es que es medio desorganizado, nunca entrega a tiempo sus calificaciones o se pierde entre los detalles administrativos.
¿Te reconoces con algún tipo de maestro? Seguramente, todos tenemos nuestras fortalezas o nuestros puntos débiles. ¿Ubicas algún maestro distinto? ¡Cuéntanos cuáles y cómo son!