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La etapa adolescente es una de las más complejas para cualquiera, se trata de un momento difícil en el desarrollo, pues enfrentamos muchos cambios, tanto físicos como mentales. Esta etapa suele también ser difícil para los adultos que rodean a un adolescente, pues resulta complicada la confrontación, comprenderlos y hacer que ellos nos comprendan también.
¿Cuál es la clave para tratar con los adolescentes e impulsar su desarrollo en la escuela?
La empatía es un ingrediente fundamental para construir cualquier relación, ponernos en el lugar de otro y desde ahí tratar de entender sus emociones, opiniones y visión del mundo. Como adultos puede resultar complicado lograr esa empatía, muchas veces recurriremos al recuerdo que tenemos de nosotros como jóvenes adolescentes, y aunque esto puede ayudar también puede convertirse en algo no tan útil. En primer lugar porque el recuerdo que nosotros evocamos de la adolescencia está ya trastocado por el adulto que somos y puede ser demasiado idealizado o simplemente inexacto, por lo que no podremos obtener un referente genuino.
Por otro lado, nuestro contexto de adolescentes es muy distinto al que se vive en la actualidad, por lo que debemos evitar comparar nuestras experiencias con las suyas.
Entonces ¿cómo podemos profundizar la empatía en nuestra relación con ellos? La clave es escucharlos activamente. Sin imponer nuestra visión del mundo, sino comprender la suya, sin juzgar, ni con una intención aleccionadora, sino con la convicción de entenderlos.
Claro que para lograr esto es vital que el adolescente confíe en nosotros, de lo contrario no podremos hablar con ellos. Construir un ambiente de confianza se basa en el respeto y la validación. Respetar su privacidad y hacerles ver que las cosas que compartan con nosotros serán respetadas, no juzgadas, escuchadas y validadas. Es normal que como adultos tengamos una visión sobre las acciones de los más jóvenes, sin duda la experiencia y el aprendizaje que hemos tenido se impone sobre la juventud, pero un adolescente necesita aprender por sí mismo, así que en ocasiones será difícil para nosotros solamente ver. Guiarlos será posible solo al brindarles herramientas como autoestima, capacidad de reflexión, resiliencia y un buen manejo de las emociones.
Para comprender a un adolescente necesitamos tener en mente cómo funciona su cerebro, qué cambios fisiológicos enfrentan y cómo esto afecta su conducta. Recordemos que el desarrollo neurológico en los adolescentes los hace más impulsivos, así como tener una fuerte tendencia a buscar la aceptación de grupo. Lo cual provoca conductas arriesgadas o impulsadas por lo que su grupo social dicte. Hay cosas que no podemos cambiar en su cerebro, pero podemos dotarlos de herramientas de regulación para ayudarlos a tomar mejores decisiones.
Es también normal que los niños más tranquilos y amables, al momento de llegar a la adolescencia experimenten una etapa más rebelde, luchando con la autoridad de sus padres o incluso de sus docentes, mientras buscan nuevos pensamientos, nuevas experiencias que en ocasiones resultan escandalosas para los mayores. Esto ocurre pues buscan independencia y autonomía, indagan sobre su identidad, descubriendo nuevos pasatiempos y modelos a seguir. Es necesario, por lo tanto, darles también esa posibilidad, ayudarles a sentirse más libres y capaces.
¿Has tenido una experiencia difícil con tus adolescentes? Ya sea en el salón de clases o en casa, esta etapa puede ser complicada. ¿Cómo conectas tú con ellos? ¡Comparte con nosotros!