La creatividad es una de las habilidades que cada día se valora más, sin importar la profesión que tengamos es necesaria para el día a día. Por medio de la creatividad resolvemos problemas y enfrentamos retos, aunque con frecuencia ésta se asocia a genios artísticos o tecnológicos, todos necesitamos de la creatividad, sin importar lo que hagamos.
Además, el siglo XXI ha traído consigo cambios muy importantes y que corren a gran velocidad, estos cambios e innovaciones exigen de los profesionistas cada vez más creatividad, una habilidad que se asegura será cada vez más necesaria.
Sin embargo, nuestros sistemas escolares tienden a reducir o limitar la creatividad en el pensamiento de los alumnos, conforme se avanza en los grados escolares menor es el uso de la creatividad y la imaginación, por el contrario, se condiciona a los alumnos a dar una sola respuesta correcta, pues las calificaciones así lo exigen.
Por ello es muy importante, como docentes, que motivemos el desarrollo de esta habilidad en nuestros estudiantes, solo así podrán estar más preparados para el futuro y para tener una mejor calidad de vida, ya que la creatividad la usamos no solo para crear arte, resolver problemas científicos o crear artículos tecnológicos, sino para enfrentar problemas diarios, encontrar mejores soluciones a nuestras preocupaciones y sortear los retos del día a día.
A decir verdad, el desarrollo de la creatividad no es un tema sencillo, ese proceso cognitivo es muy complejo e incluso tenemos todavía muchas interrogantes, sin embargo si hay ambientes y tareas que la propician, así como tareas o actividades en las que podemos ponerla en uso.
Aunque es verdad que suele haber una sola respuesta correcta, especialmente cuando de evaluaciones se trata, también es real que hay muchos caminos para llegar a ella. Si empezamos a cambiar las preguntas cerradas por preguntas más abiertas que permitan a los alumnos plantearse interrogantes, generar hipótesis e incluso experimentar con sus propias respuestas, entonces habrá más creatividad en los estudiantes.
Hay algunas materias en las que parece difícil hacer este tipo de ejercicios, pues sabemos que el resultado de 2+2 no está a discusión, pero el proceso de cada alumno para entender esta adición puede variar y escucharla dará una perspectiva distinta a las matemáticas. Lo mismo ocurre con la Historia, por ejemplo, una materia en la que los hechos no se pueden cambiar, pero si se puede discutir cómo se llegó a ciertos hechos históricos, preguntar a los alumnos qué creen que hubiera pasado si alguno de los participantes hubiera actuado distinto o algún hecho se hubiera dado diferente.
Este tipo de discusiones permitirán a los alumnos utilizar su pensamiento más allá de la memorización, activar su imaginación y buscar caminos diferentes para llegar a soluciones.
Otra de las características de la escuela es que pone el foco en la individualidad, ya que las calificaciones se obtienen de forma personal, en los exámenes está prohibido copiar y los trabajos en equipo suelen ser un desastre, por lo que cada alumno hace su parte.
Pero hacer trabajos colaborativos permite que los alumnos intercambien ideas, conozcan perspectivas distintas y cambien su visión de las cosas, por lo que convivir con otros es esencial para el desarrollo de la creatividad.De lo contrario solemos quedarnos con nuestras propias ideas y no tenemos la oportunidad de contrastarlas con otras, ponerlas a prueba e incluso dudar de ellas.
Comienza a hacer de tu aula un espacio de colaboración.
En la actualidad creemos que estar equivocados es una de las peores cosas que nos pueden ocurrir. Cometer errores significa fracasar y eso es algo que no está permitido en el mundo de hoy, por ello muchos nos frenamos para hacer cosas nuevas o experimentar con ideas novedosas. Esto no permite que desarrollemos todo el potencial en nuestras ideas, rompe nuestra confianza y evita que actuemos.
Pero si creamos en el salón de clases un ambiente en el que fallar no sea algo malo, sino un paso más para llegar al éxito nuestros alumnos se sentirán más confiados para tomar riesgos, experimentar nuevas ideas, nuevos conceptos y nuevas formas de hacer las cosas.
Dales a tus alumnos la confianza de equivocarse, enséñales que esto no es algo malo y evita que quienes dan la respuesta incorrecta sientan que han fracasado, mejor incentiva un nuevo intento, así quienes más problemas tienen en la escuela sentirán que siguen en el proceso de aprender y además permitirás que todos se arriesguen a dar respuestas incorrectas. Algo que inevitablemente los llevará a una mejor solución.
¿Cómo motivas la creatividad en tus alumnos?