Trabajar en equipo para las autoridades escolares, docentes e incluso padres de familia puede ser complicado en estos tiempos de pandemia y cuarentena. Pronto algunas zonas volverán a clases, pero muchos otros docentes continuarán en casa. Algunas escuelas han logrado organizar clases por medios remotos, pero otros han tenido que superar retos muy complejos para poder estar cerca de sus alumnos.
Independientemente de la situación en la que nos encontremos o si pronto iniciaremos clases, fortalecer al equipo que se encarga de dar clases y administrar la escuela es necesario. Aún si en este momento solo podemos tener reuniones a distancia, hay muchas cosas que podemos hacer para que nuestro equipo sea eficiente y pueda enfrentar los retos.
Algunas de nuestras metas como educadores podrían haber parecido muy claras hace un par de meses, pero tras la cuarentena las cosas han cambiado, no porque las metas de la educación en si misma se modifiquen, pero las circunstancias pueden hacer complicadas algunas de ellas o hacer obvias necesidades más apremiantes, por eso es importante que todos en la escuela estén conscientes de cuáles son las metas del equipo y de los docentes con los alumnos. Recuerden que en una comunidad escolar, los alumnos deben estar al centro de las decisiones.
De igual manera, los roles que podrían haber estado muy claros hace unas semanas, ahora mismo requieren de un nuevo enfoque, no porque el director deje de ser el director, pero si podrían existir actividades intercambiables, además redefinirlos dejará claro para todos cuáles son las expectativas para cada miembro, qué cosas debe cumplir y cuáles no están dentro de sus actividades.
Según la comunidad en la que nos encontremos, las condiciones sociales en las que enseñemos y las posibilidades que cada uno de nosotros tenga en este momento las cosas pueden ser diferentes para cada uno. Por eso es importante que todos comuniquen cuáles son sus recursos y cuáles sus limitaciones, para poder adecuar las actividades, es importante que si un docente no cuenta con una conexión de internet estable, por ejemplo, se pueda buscar la manera de ayudarlo, pero si alguien más en el equipo tiene la posibilidad de enviar las tareas o ayudar a calificar a los alumnos, se tomen las medidas necesarias para colaborar. Seamos sinceros, comprensivos y busquemos soluciones.
Quizá antes de la cuarentena tenían muy claro cómo se efectuaba la comunicación y cuáles eran sus retos, así como los métodos más apropiados, sin embargo esta situación lo cambia todo y es muy importante dejar claro qué queremos comunicar y cómo lo haremos. Establezcan de forma tranquila y cooperativa las reglas, los horarios de comunicación, los medios para enviar mensajes y las formas. Traten siempre de dejar claros sus mensajes que escritos o a la distancia pueden interpretarse de forma distinta, siempre pregunten y no se queden con dudas y apoyen a los miembros del equipo que más retos tengan.
Con estos sencillos lineamientos podemos ayudar a restablecer poco a poco la situación educativa, quizá no podremos volver en largo rato a ser la escuela que éramos antes, pero podemos sacar provecho de todo y hacer una comunidad resiliente. ¿Qué retos encuentras tú? ¿Cómo piensas que se podrán resolver?