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Por: Raúl Samir Rodríguez Fernández
La tecnología dentro de la educación puede ser un arma poderosa para favorecer el aprendizaje de los alumnos, siempre y cuando se utilice de manera adecuada y de acuerdo al contexto donde se esté trabajando. Considero que es importante que, como docentes en esta época, utilicemos la tecnología dentro del aula, debido a que es algo con lo que los alumnos tienen un contacto directo y cotidiano, aún y cuando sean niños de educación primaria, la mayoría de ellos ya cuentan con un celular con acceso a internet o una tableta. Lo que se debe tratar es concientizar a los niños que estos aparatos pueden ser una herramienta poderosa si se utilizan de manera adecuada.
El uso de la tecnología no se debe volver un vicio dentro de la práctica de un docente, ya que, si bien es valiosa, no debemos volvernos dependientes de esta, la forma en que yo la aplicaría dentro de mi aula de clases es como una forma de reforzar los aprendizajes que quiero que mis alumnos logren; realizando juegos interactivos en diferentes plataformas (Powerpoint, páginas web), donde se participe individual o colaborativamente para afianzar de manera práctica y lúdica los contenidos con los que se trabajan y, de esta forma, lograr captar la atención de la mayoría o de todos los alumnos, motivándolos a involucrarse en la clase.
Uno de los problemas que veo al hacer esta actividad es que, al no tener un pizarrón digital o interactivo, se vuelve un poco más complicado, ya que se tendría que usar un proyector y los alumnos de uno por uno manipular la computadora donde se presente el juego, lo que podría causar desorden en el resto de los alumnos o desesperación por ser ellos los próximos en utilizarla.
En la institución donde laboro se cuenta con un aula de medios donde a los niños se les da una hora a la semana de Red Escolar, de acuerdo con un tema que le asignamos a la maestra que da esta clase, sin embargo he notado que, en ocasiones, las actividades que les ponen no son adecuadas para el nivel de los niños o que los profesores encargados de dar este tiempo no tienen una preparación adecuada y no tienen interés por capacitarse para emplear de mejor manera las computadoras y aplicar mejores actividades o estrategias. Con respecto a esto, considero que la mejor manera de implementar estas horas de red escolar sería que yo, como maestro de grupo, elabore la planeación y seleccione las actividades a realizar por mi grupo, de acuerdo con los avances que cada alumno tenga, que la temática sea la misma pero las actividades o la dificultad varíe. Considero que de esta manera el uso de la tecnología en el aula de Red Escolar sería mejor aprovechada por los niños, ya que cada uno tendría un trabajo adecuado a sus necesidades y no todos llevarían a cabo la misma actividad, que para algunos puede ser muy sencilla y para otros puede ser muy compleja.
Otra forma de integrar la tecnología dentro del aula de clases sería permitiendo que los alumnos lleven su celular o tableta, pero aclarando la funcionalidad que tendrá dentro del aula. Lo podemos tomar como un instrumento para la búsqueda de información cuando sea necesario y para compartirla con los demás, los niños tienen contacto frecuente con los celulares, por lo que si se les da un buen uso pueden resultar favorecedores para obtener o reforzar los aprendizajes. También mediante el uso de estos se pueden realizar actividades que tienen que ver con juegos interactivos de contenidos educativos, donde se les asigne a los niños los links o páginas donde deberán ingresar para resolver dichos juegos. Con esto se les pediría a los padres de familia su apoyo para que ellos hagan la configuración necesaria para que sus hijos no puedan ingresar a páginas cuyo contenido no sea apropiado para ellos o no apoyen el aprendizaje.
Una forma más en que se podría implementar la tecnología, que no es exactamente en el salón de clases, sería la dinámica de la tarea digital, donde se pediría la asesoría de los padres para que ayuden a sus hijos, primeramente con la realización de las tareas, las cuales pueden ser presentaciones, investigaciones u hojas de trabajo editables que deberán contestar y mandar mediante correo electrónico o usando Classroom. Esta herramienta se utiliza en la institución donde laboro como parte del programa Conecta-t, el cual no se aplica de manera adecuada, ya que no se da el suficiente tiempo para que los niños logren aprender a manejarlo correcta y eficientemente. Por lo tanto, considero que, con la ayuda de los padres, se podría aplicar esta estrategia para que funcione de mejor manera.
A medida que el mundo evoluciona, los alumnos están cada vez más expuestos a diferentes tipos de manifestaciones tecnológicas. En la actualidad, los nativos digitales o generación Z consideran una relación de vida con las TIC y es por este motivo que las prácticas pedagógicas deben aprovechar este impulso, para favorecer las oportunidades de retención y desarrollo de los estudiantes, en lugar de verlas como un factor de distracción. La integración de las TIC en el aula de clases implica el querer cambiar paradigmas que se tienen desde hace muchos años, como sería dar un cambio en el sistema unidireccional actual y superar a los docentes analfabetas digitales y su desmotivación.
Incorporar la tecnología a la educación aporta una serie de beneficios que ayudan a mejorar la eficiencia y la productividad en el aula, así como a aumentar el interés de los niños y adolescentes en las actividades académicas. Con el internet y la tecnología móvil en auge, se pueden incorporar más elementos tecnológicos al entorno educativo. Pizarras interactivas, aulas virtuales y un sinfín de recursos electrónicos para llevar a cabo investigaciones o realizar trabajos escolares son algunas de las formas en las que la tecnología digital se ha integrado con las escuelas y universidades. La tecnología en el espacio educativo permite el uso de herramientas más interactivas, que logran mantener la atención de los estudiantes con mayor facilidad. Además, las redes sociales y la Web 2.0 como instrumentos digitales en el aula permitirían compartir puntos de vista y debatir ideas que ayuden a los niños a desarrollar un pensamiento crítico en la etapa en que sus cerebros se están desarrollando.
Algo que debemos tratar de fomentar y desarrollar al introducir la tecnología en el aula es el convertir a los alumnos en usuarios competentes para un mundo en constante cambio, que sepan gestionar técnicamente el uso de una herramienta concreta y a la vez trabajar conjuntamente contenidos, habilidades sociales, comunicación y expresión, interpretación de datos y muchas más cosas, además, de la gran variedad de utilidades de las que hoy es posible disponer de forma directa y más o menos directa.
Es innegable que hoy en día existen numerosas plataformas para ayudarnos a mejorar el proceso de enseñanza, ese no es el problema. El reto es seleccionar la adecuada para nuestro caso particular y entender cómo incorporarla a un proceso de enseñanza que llevamos años desarrollando, incluso décadas, sin que éste sufra las consecuencias. Algunos expertos en la materia de España y Latinoamérica opinan, dentro de un estudio realizado por ExamTime, que el éxito de la implementación de la tecnología en el aula depende en gran medida a 5 factores clave, los cuales se mencionan a continuación:
Planificación
Como toda estrategia a largo plazo, la planificación es fundamental, antes de comprometerse con una tecnología concreta es necesario analizar todo lo que conlleva y su proceso de implementación paso a paso, dirigiendo los problemas antes de que estos sucedan.
Adaptación Progresiva
Uno de los errores más comunes a la hora de implementar las TIC es querer llevar a cabo un cambio radical en un espacio de tiempo reducido, pasar de la nada a todo de la noche a la mañana, al contrario, los expertos recomiendan realizar un cambio progresivo para minimizar los posibles efectos negativos que vayan surgiendo en el proceso.
Libertad para el alumno
Tendencias educativas como el autoaprendizaje, el aprendizaje ubicuo, el aprendizaje personalizado y el lifelong learning han ganado fuerza en los últimos años y parecen ser las claves del futuro. Todas ellas tienen algo en común: la libertad para el alumno. Si las nuevas tecnologías que implementamos facilitan esta transición, probablemente iremos por el camino correcto.
Formación del Profesorado
Para que las nuevas tecnologías tengan éxito en el aula, el profesor debe tener un conocimiento avanzado de las mismas, la formación del profesorado es un primer paso esencial. Afortunadamente hoy en día, existen gran cantidad de cursos, conferencias, blogs, guías y tutoriales a los que los docentes interesados pueden acudir para informarse sobre mejores prácticas, tendencias y más.
Éste es precisamente otro de los puntos clave para una implementación efectiva del uso de las tecnologías en el aula, el interés de los docentes. Si el docente ve las tecnologías como una obligación impuesta por el centro educativo y no muestra interés en las mismas, difícilmente podrán aportar beneficios en el aula.
Las TIC son el medio y no el fin
Para terminar, es importante tener siempre presente que las TIC son el medio y no el fin, Beatriz Montesinos explica este punto a la perfección, a la vez que hace hincapié en la formación del profesorado:
“El objetivo al que debemos aspirar es que las TIC se conviertan en ‘invisibles’ dentro del aula. Al igual que a un niño hoy en día no le distrae de su proceso de aprendizaje un libro, porque es su herramienta fundamental de trabajo, a un ciudadano del siglo XXI no le debería llamar la atención trabajar en la clase con ordenadores, tablets, teléfonos móviles y herramientas web, porque son las herramientas de aprendizaje del presente. ¿Qué hace falta para ello? Que los profesores pierdan el miedo a la tecnología, que conozcan todas sus funcionalidades y beneficios en educación, que se acostumbren a su utilización, que se formen al respecto”.
La educación ha evolucionado y progresado hacia una sociedad moderna y hacia una época de cambios, todos estos deben ser introducidos en el método de enseñanza de los docentes, para que alumnos y profesores tengan los mismos conocimientos acerca de la tecnología. La docencia y la tecnología se complementan de manera eficaz y productiva y progresan en conjunto para un futuro mejor.
Ciertamente, usar la tecnología en el entorno académico no es algo nuevo, sin embargo, la forma en que se utiliza ha cambiado mucho a lo largo de los años, permitiendo mayor flexibilidad, eficiencia y aprovechamiento de los recursos educativos, ofreciendo una formación de mayor calidad a los estudiantes. Con las TIC, como con tantas otras herramientas, conviene recordar que son un medio, no un fin en sí mismo, que lo fundamental, el centro de la clase y de la educación debe seguir siendo el alumno, acompañado por sus compañeros y el profesor.
Samir Rodríguez es profesor de sexto grado de educación primaria en la Ciudad de Durango, Durango, le fascina trabajar con los niños y trata de capacitarse e innovar constantemente para dar lo mejor de él por sus alumnos.
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