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La participación de los padres en la vida académica de los alumnos es y siempre ha sido esencial, pero en este ciclo escolar tan complejo es sencillamente vital. El esfuerzo de los docentes y de los padres de familia será la clave del éxito en este momento de adaptación. Por ello, como docentes debemos estar muy conscientes de que cuidar nuestra comunicación con ellos, pero también de los retos que atravesamos en este momento.
En este momento, comunicarnos con los padres no solo se trata del procedimiento, sino la facilidad de abrir una ventana en la que los padres puedan preguntar y entender algunos aspectos de la educación de los que ellos también necesitan ser partícipes en esta temporada, pero para lograr esto, los docentes debemos entender que algunos términos, dinámicas, estrategias y herramientas son parte de nuestro lenguaje diario, no forman parte de la comunicación de los padres. A veces, acostumbrados a la jerga del docente no nos damos cuenta de que nuestros términos son especializados, procura buscar una o dos formas distintas de expresar tu mensaje, así habrá más probabilidad de ser claros.
Nadie conoce a los pequeños como sus padres, pero eso no significa que los padres estén completamente conscientes del momento de desarrollo de los pequeños, cuáles son las características de esa etapa y cuáles son las expectativas o lo que deberían estar logrando, tanto el aspecto académico, como en otros del desarrollo (como la motricidad o el lenguaje), por ello, en este momento, darnos un tiempo para hablar con ellos de las características de esta etapa en sus hijos nos puede ayudar a encontrar un aliado observador en casa, que sepa qué señales buscar, no con el mismo ojo del docente, pero sí con una guía que pueda identificar cuáles son los retos específicos del alumno y nos ayude a los docentes a estar más conscientes de cómo ayudarlos.
Recordemos que aunque los alumnos estén en una misma escuela no significa que el contexto familiar de cada estudiante corresponda a un modelo o a un promedio, esto significa que algunas familias tendrán recursos de distintos tipos, tanto económicos como culturales, no te confíes, si vas a enviar algún mensaje a los padres no lo hagas solo por medios escritos, quizá podrías hacer un pequeño video o un audio, por si los papás de tus alumnos tienen problemas con la comunicación escrita, y podrías buscar diferentes plataformas para estos anuncios. Dejar mensajes en la entrada de la escuela y avisar a los papás que de vez en cuando pasen a revisar es una alternativa a los mensajes electrónicos. Diversifica tus opciones.
En esta ocasión los docentes necesitamos ser más flexibles que nunca, algunos alumnos tendrán todo el apoyo y los recursos en casa para cumplir ejercicios, conectarse a tiempo, escuchar todas las clases e incluso aprender a aprender, pero algunas otras familias estarán en condiciones complejas, que no cumplan con ciertos ejercicios, que no logren conectarse a cierta hora, que no envíen sus trabajos o los envíen por otros canales, todo eso es algo posible, pues podrían ser adaptaciones las que necesitan para cumplir, no en tiempo y forma, sino cumplir. Procura ser flexible por ello, revisa tus planeaciones, define cuáles de los ejercicios o de las tareas son esenciales y deja esto claro para los padres, ayúdales a elegir sus batallas, procura que tus mensajes puedan revisarse a distintas horas y busca comunicarte con los papás por distintos canales. Es momento de adaptarnos.
¿Crees que la comunicación con los padres será complicada este ciclo? ¿Qué adaptaciones tienes en mente? ¿Cuáles estás trabajando? ¡Comparte con nosotros!