El teatro es una de las expresiones artísticas que ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia y una herramienta de aprendizaje de la que podemos sacar gran provecho en la educación de niños y jóvenes.
Aunque en la actualidad se ha dado mucha importancia al desarrollo de las habilidades en los alumnos relacionadas a las matemáticas, la tecnología y las ciencias, la realidad es que solo a partir de las artes y la cultura se logrará un desarrollo integral en nuestros alumnos.
Por su parte, el teatro tiene una gran influencia en la seguridad, el desarrollo de la creatividad, la comunicación. Aunque aparentemente montar una obra en el salón de clases no se relaciona con el programa que tenemos planeado para cierta materia, en realidad cualquier contenido tiene el potencial de convertirse en un proyecto teatral. Pero ¿vale la pena aventurarse?
No es necesario convertirlos en actores profesionales, los alumnos que se integran a proyectos teatrales tienen la oportunidad de desarrollar habilidades comunicativas, además de trabajar en equipo. Aprender textos, conocer su cuerpo, estudiar las modulaciones de su voz e incluso explorar las emociones que transmiten a través de su actuación son recursos que después tendrán en mente, al comunicarse con sus compañeros, con su familia en incluso con los docentes.
Y precisamente por esas emociones y situaciones novedosas y extrañas que experimentan al montar una obra de teatro los alumnos tienen la oportunidad de conocer, explorar e identificar emociones que quizá no hayan sentido previamente, pero que podrán conocer. Eso inevitablemente ayuda al desarrollo de la empatía, lo cual colabora con la convivencia en el salón de clases y en general a las relaciones con otras personas.
No siempre es fácil tener la atención de los alumnos, ese es un gran reto en la actualidad, además la escuela y en general la vida diaria requiere de cierto nivel de reflexión y análisis, pero pasar de un tema a otro en la escuela, el ritmo de la vida diaria e incluso la memorización, evitan que pongamos la atención debida a ciertas cosas. Al montar una obra de teatro es inevitable, debemos poner atención a lo que hacemos, escuchar a nuestros compañeros, pensar en soluciones por si ocurre alguna situación inesperada. Además se hace necesario pensar en el texto, leerlo con atención, reflexionar sobre los personajes y mantener la atención el 100% durante una escena.
Una producción no la hacen solos los actores, ni es el director quien resuelve todos los detalles. Para montar una obra es necesario el trabajo en equipo, pues para resolver problemas en escena, crear y colocar escenografía, trabajar vestuarios y solucionar momentos técnicos hace falta un equipo. Así que al montar una obra es necesario siempre que aprendamos a trabajar junto a otras personas.
La creatividad es esencial para el día a día, tanto en la escuela como en la vida adulta, por lo que crear oportunidades para desarrollarla es muy importante. El teatro es siempre un espacio para pensar fuera de la caja, pues sin importar si contamos con muchos recursos o con muy pocos, hacer un montaje implica plantear soluciones muy variadas que no tendríamos que pensar en otras circunstancias.
Quizá pensar en un proyecto teatral implica muchas dificultades y algunos desafíos, pero puede ser una de las mejores estrategias para enseñar a tus alumnos sobre cualquier tema, pues en una producción se ponen en práctica habilidades de todo tipo, desde matemáticas hasta literarias. ¿Alguna vez has montado teatro con tus alumnos? ¿Cómo fue esa experiencia?