La motivación de los alumnos no es algo tan simple de encontrar y en algunas materias puede ser aún más difícil, especialmente cuando se han desarrollado en un ambiente que hace sentir a los alumnos que solo se tienen algunas habilidades y si se carece de otras sencillamente ya no podemos acceder a ellas.
Las materias como Matemáticas, Física o Química pueden provocar rechazo en algunos, alumnos, especialmente en aquellos que no son naturalmente afines a los números o a la ciencia, sin embargo, como docentes, tenemos el poder de cambiar esta sensación en los estudiantes y despertar su interés en estas materias.
Los libros de texto están llenos de ejemplos famosos de científicos que cambiaron al mundo, pero en su mayoría son hombres con nombres extranjeros, europeos o norteamericanos, y aunque parece que esto no es importante si afecta la percepción que tienen nuestros alumnos de sí mismos y de las posibilidades que tienen de desarrollar ciertas habilidades o de la importancia de los conocimientos que adquirimos, se ha demostrado que este es uno de los factores que aleja a las niñas y mujeres de las carreras científicas. Y en el caso de Latinoamérica también afecta la sensación de estar tan lejos de los descubrimientos y el avance científico.
La mejor forma de combatir esto y aumentar el interés de los estudiantes es buscando ejemplos que les hagan ver que cualquier puede convertirse en científico. Sal de los libros de texto y trabaja en clase con mujeres importantes en el mundo de las ciencias, tambien puedes explorar tu entorno e invitar científicos locales, químicos, físicos y matemáticos que se dediquen a la investigación, la mayoría de las Universidades tienen programas de investigación, así como los centros médicos.
Con la mayoría de las ciencias ocurre que si durante algún curso tenemos problemas para entender algún concepto, alguna fórmula o algún procedimiento no nos queda claro, entonces todo lo que sigue a partir de este momento se vuelve algo inalcanzable. Una pequeña duda puede arruinar por completo el gusto de un alumno por alguna materia e incluso de algunas otras, porque si algo no queda claro en un proceso de artimética, otras materias como Física, quedarán fuera de nuestro alcance.
Así que vale la pena hacer una pequeña revisión de los conceptos más básicos que necesitaremos para la materia que veremos, asegurarnos que todos los estudiantes nos siguen el paso y si nos encontramos con alguno que tenga algún problema particular le demos la oportunidad de resolverlo, a veces con algunas clases de regularización podrían ponerse al día y descubrir las ciencias desde una perspectiva distinta.
Este problema nos lleva a uno similar, la ansiedad matemática es algo real y que le ocurre a estudiantes de niveles básicos e incluso a adultos que no tienen nada que ver con la escuela. Se trata de un miedo particular a resolver ejercicios matemáticos, por simples que sean, que se desarrolla debido a la presión que suele tener esto durante los años escolares. Y es que las matemáticas se relacionan con la idea que tenemos de la inteligencia, por lo que si algún alumno necesita un poco más de tiempo para resolver los ejercicios o requiere de un enfoque distinto para aprender mejor ciertos procesos, inmediatamente recibe una etiqueta, como si esto lo convirtiera en lento o menos inteligente que el resto. Esta presión, con el tiempo, hace estragos y si se atrasan se combina con una fuerte presión para mejorar las calificaciones y la incapacidad de hacerlo.
Así que si algunos de tus estudiantes requieren un poco más de tiempo o descubres que les faltan algunos conceptos, cuida mucho la narrativa con la que los apoyamos, porque a veces al tratar de ayudarlos a ponerse al día imprimimos más presión, más tareas, más ejercicios, que los acabarán por abrumar. Sencillamente haz más accesibles las matemáticas con una narrativa en la que todos tengan oportunidad.
La escuela puede llegar a ser difícil para los alumnos que no logran ver una conexión entre la vida real y lo que aprenden en el salón de clases.Y sí, es verdad que en el día a día de un adulto tendrá pocas oportunidades de poner en práctica el binomio cuadrado perfecto, pero también está en nosotros en hacerles ver que los conocimientos que se imparten tienen un anclaje con el mundo en que habitamos, no siempre es práctico y claro, pero sí está ahí. Dale un giro a tus clases y ayúdales a los alumnos a conectar con el mundo que les rodea, muéstrales que los números, la física y la química no solo son conceptos de libros de texto o una larga serie de ejercicios, sino que son el resultado del análisis del mundo, de la naturaleza que les rodea y cómo ha hecho el ser humano para usarlo a su favor.
¿Cuáles son tus estrategias para ayudar a tus alumnos a interesarse por la ciencia? ¡Comparte con nosotros!