La expresión “tiene dos de dedos de frente” es muy utilizada para referirnos a la inteligencia de una persona, se puede usar en sentido negativo al indicarle que no tiene ni dos dedos de frente o en sentido positivo, si le decimos que tiene más dedos. Esta expresión puede parecer relativamente lógica si pensamos que la inteligencia se mide por el tamaño del cerebro que tengamos, aunque se ha demostrado que el tamaño no está relacionado directamente con nuestra capacidad cognitiva. Pero ¿por qué tenemos esa idea?
En el siglo XIX surgieron algunas teorías sobre la naturaleza humana, sus capacidades y demás características entre las que destacó la frenología, ahora considerada una pseudociencia, se basaba en la medición del cráneo y de sus aspectos físicos para determinar la personalidad de alguien. Esta disciplina tuvo mucha incidencia en la investigación criminal, aunque nunca fue muy aceptada por investigadores académicos. De todas formas, esta ciencia diría que quien tiene una frente angosta seguramente es poco inteligente. Algo que en realidad no tiene relación.