La verdad es que ser maestro es un estilo de vida, por eso, aún si con quien vives no se dedica a la docencia hay muchas cosas que viven junto a ti. ¿Crees que algo de esto les haya pasado?

1) Toda tu casa está llena de material para las clases

Kilos de foami, algunos recortes, rollos de cartón, crayolas y colores, diamantina, rotafolios de las exposiciones, bolsas con latas y plumones que ya no sabes si pintan bien, pero no los toques. Son para las clases.

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2) Se desvelan… hasta las 10 pm

Cuando no es época de evaluaciones lo más tarde que logras entablar una conversación con ellos es hasta las 10 pm, porque un minuto después están muy dormidos como para platicar contigo.

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3) Se despiertan temprano… hasta los fines de semana

Y es que normalmente su alarma suena tan temprano que su reloj interno los tiene de pie al menos a las 7 am, quieran o no.

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4) Te sabes el nombre de todos sus estudiantes

No importa que nunca hayas tenido oportunidad de ir a la escuela ni que nunca hayas visto sus rostros, conoces perfectamente a todos los alumnos porque no hay día que no escuches sus historias.

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5) Te ha tocado ser regañado

¿Cuál es la razón? No importa. Alguna vez has vivido en carne propia la experiencia de escuchar la temible voz de docente, esa que hace a los alumnos detenerse sin importar lo que estén haciendo.

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6) Cada que salen a la calle alguien reconoce al docente

“¡Profe, qué hace aquí!” Lo mismo que tú, niño, ver una película, comprar ropa, ir a la playa. Sí, es inevitable sentir que vives con un famoso, porque los estudiantes o los padres de familia están en todas partes.

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7) Deberían darte un título de ayudante

Sí, porque si deseas pasar un tiempo de calidad con un docente necesitas estar dispuesto a recortar figuras de cartón o foami, detener los rotafolios que se enrollan, calificar exámenes a preparar ejercicios y cualquier tarea que se necesite.

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8) Esperas hasta las vacaciones para volver a verlos

Durante el ciclo escolar rara vez tienen oportunidad o energía para salir o conversar un rato, así que esperas hasta las vacaciones de semana santa, diciembre o el receso escolar de verano para volver a tener contacto y aprovechar todo el tiempo posible.

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9) Tú también extrañas a sus estudiantes

Dado que te sabes todas las historias de sus alumnos, algunas veces extrañan juntos a esos alumnos increíbles o a los grupos con los que hubo una conexión especial. Sí, tú también llegas a extrañarlos.

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10) Nadie hace multitasking como los docentes

Mientras estás en casa y tratas de hacer una sola cosa, el docente califica exámenes, prepara el desayuno y escucha tus problemas en el trabajo. ¿Cómo le hacen?

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¿Alguna vez te ha tocado vivir esto junto a un docente? ¿Conoces a alguien que lo sufra junto a ti?