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Conforme pasa el tiempo, el aislamiento nos afecta un poco más, aunque al principio funcionamos por la necesidad de adaptarnos, para algunos de nosotros se hace cada vez más difícil mantener el equilibrio entre el trabajo, los alumnos, la familia, hacer ejercicio y no dejar el aislamiento, cuidar la salud mental y la salud física. Esta enorme lista se hace cada día más complicada y como directores sabemos que el bienestar de los maestros es esencial para que la educación continúe y para que todos se sientan bien, incluso los estudiantes, pues todos formamos parte de un mismo equipo.
¿Cómo puedes ayudar, tú como director, al bienestar de tus docentes? Aquí te dejamos algunas sugerencias.
Sabemos que lograr juntas de todo el equipo no es realmente fácil, en ocasiones la conectividad hace más difícil el conectarnos todos y el tiempo que invertimos para hacer reuniones de trabajo es limitado, pero a todos tus docentes les hace falta convivir, tener un espacio para socializar y compartir experiencias, hacer bromas, desahogar la presión, especialmente entre compañeros de trabajo. Y es que al asistir a la escuela no se convive sólo con alumnos, en los pasillos, antes de entrar a clases, en la Sala de Maestros, en diferentes espacios, los docentes conviven con sus compañeros, comparten experiencias, preocupaciones e ideas.
En cambio, el trabajo a distancia, propicia que entremos a juntas solamente a tratar los puntos de la agenda laboral, en general esto ayuda a ser más eficientes, pero nos hace perder un lado importante de la vida. Así que la mejor estrategia es obligarnos a convivir un poco. Crea espacios específicos en las juntas para convivir, cinco minutos dedicados a alguna actividad en la que todos compartan amistosamente puede ayudar mucho a la salud de tus docentes.
A veces necesitamos comunicar algo, pero las restricciones sociales nos lo impiden. Quizá sentimos que tenemos demasiada presión, pero no sabemos cómo decirle a alguien que necesitamos ayuda. Esto nos ocurre tanto en la vida privada como en el trabajo. Por ello crear un espacio en el que los docentes puedan expresarse libremente mientras aportan ideas para la comunidad puede ser una herramienta útil. Abre un espacio donde puedan dejar mensajes anónimos para ti y para sus compañeros, establece algunas reglas para su uso, pero en general permite que este sea un sitio para soltar estrés. No significa que puedan ser irrespetuosos, pero sí que puedan expresar libremente las dinámicas que no funcionan, la carga de trabajo que no pueden manejar, los lineamientos con los que no están de acuerdo, etc. Es importante que expresarse aquí no tenga consecuencias (a menos claro, que se utilice de forma irresponsable), pero que sí tenga un efecto sobre la dinámica del trabajo.
Así como muchos docentes han comenzado a compartir con sus alumnos técnicas de estudio o ejercicios de respiración para combatir la ansiedad, nosotros también podemos compartir con los maestros técnicas de mindfulness, meditación, rutinas simples de ejercicio, recetas e ideas para sentirse mejor y para controlar el estrés que nos ha provocado la pandemia. Puedes tener un grupo o un espacio dedicado a este tipo de ejercicios, recursos que tengan a la mano para equilibrar la vida diaria, pueden ser aplicaciones, páginas, artículos o experiencias compartidas. Deja que ellos participen también en este espacio.
Todos estos espacios tienen una sola consecuencia, la creación de vínculos comunitarios fuertes. Tan importante para los alumnos es sentir que forman parte de algo, como para los docentes, el apoyo de su equipo, el respaldo de su director e incluso la opinión de sus compañeros en momentos difíciles pueden hacer la diferencia en momentos de aislamiento como este, pues nos hacen sentir menos solos y alimentan nuestro esfuerzo, pues así sabemos que todo el trabajo tiene un efecto positivo en nuestro contexto.
¿Has tenido alguna estrategia para compartir con tus docentes en esta temporada? ¡Comparte con nosotros tus experiencias!