Sabemos que la lengua materna es muy importante y afecta la forma en que vemos el mundo, pero ¿qué tanto afecta nuestro cerebro realmente?
Recientemente, científicos de distintas universidades hicieron un experimento que buscaba distinguir la experiencia del miedo en voluntarios. A los participantes se les transmitió un mensaje donde les anticipaban que, al aparecer un color en la pantalla, recibirían una descarga eléctrica, a la mitad de ellos se les transmitió el mensaje en su lengua materna y a la otra mitad en otra lengua que conocieran bien. Sorprendentemente, en los voluntarios que recibieron el mensaje en su lengua materna fue mucho más notoria una reacción de miedo y ansiedad que en quienes lo escucharon en otra lengua.
Próximamente se realizarán estudios similares más extensos, pero todo parece indicar que somos mucho más susceptibles al miedo cuando anticipamos que algo psará en la lengua que hablamos desde pequeños. Que miedo ¿no?