El retiro es un momento feliz y un derecho muy bien ganado para maestros y demás profesionistas que llegan a cierta edad o cumplen con sus años de servicio. En general es visto como una oportunidad de descansar y cuidar de uno mismo, pero la verdad es que, en muchos casos, el retiro asusta a las personas, pues significa el final de la vida productiva.
Es común escuchar que, al retirarse, la gente sufre de problemas económicos, emocionales o incluso físicos, pues la transición resultó abrupta o no lograron adaptarse. ¡Calma! No entres en pánico. Si ya tomaste la decisión, estás por jubilarte o recientemente le dijiste adiós al trabajo, aquí tenemos algunas recomendaciones para ti.
El Síndrome del Jubilado
De acuerdo a varios estudios en el tema, la mitad de los jubilados llegan a experimentar problemas de adaptación y, en algunos casos, desarrollan el “Síndrome del Jubilado”, una alteración que causa insomnio, hipertensión, trastornos digestivos, cardiovasculares y disminución del deseo sexual. El estrés, la ansiedad, el pesimismo, la depresión, sentimientos de soledad, la pérdida de relaciones y situaciones de dependencia o violencia formar parte de este síndrome.
Tómalo como lo que es
Para prevenir esto, los expertos recomiendan reconocer que la jubilación es una pérdida y por lo tanto debe vivirse como tal. Si bien es una gran oportunidad y el inicio de cosas buenas, también es el fin de una etapa. Durante muchos años se tuvo una vida en la que día a día salíamos a trabajar, a convivir con nuestros alumnos y, además, se recibía una remuneración por ello, algo que cambia abruptamente.
Para dejar ir es necesario transitar varias etapas, desde la negación, hasta la aceptación, pasando por la ira, la negociación o la depresión. Estas etapas están presentes en todos los duelos y, aunque no todos transitamos por todas las etapas, es muy útil reconocerlas, así sabrás que todo es temporal y que poco a poco te podrás adaptar.
Antes de jubilarte
Es recomendable que, progresivamente, reduzcamos el ritmo de trabajo unos meses antes de la jubilación, esto para que el cambio no sea tan brusco y nos permita adaptarnos con mayor facilidad. Platicar con la familia o con lo seres queridos sobre este proceso es muy importante, ya que nos ayudará a expresar emociones, dudas e incertidumbres.
Recuerda revisar números y, si es necesario, ajustar tus gastos poco a poco, para que al jubilarte no tengas algunas sorpresas económicas que puedan repercutir en tu salud o tus emociones.
Analiza tus opciones
Jubilarte significa que dejarás de trabajar en lo que hasta ahora has hecho, pero no significa que ese sea el fin de toda actividad. Revisa tus opciones y si hay empresas o actividades que no hayas podido realizar hasta el momento por falta de tiempo, hazlas ahora. La edad no es un impedimento, así que si deseas estudiar, emprender un negocio, probar nuevas profesiones o invertir tiempo en tus aficiones, revisa tus opciones y no dudes en hacerlo.
La rutina
Sea cual sea tu plan para después de la jubilación, es importante que tengas clara una rutina desde el momento en que te jubiles. Planea con antelación cuáles serán tus ocupaciones diarias, para que al momento de dejar el trabajo sepas qué sigue y evites quedarte sin cosas qué hacer. Incluye en tu rutina visitas a tus amigos o actividades sociales, para que no rompas lazos con nadie.
¡Ahora si! Estás listo para jubilarte. Disfruta de esta nueva etapa y comparte con nosotros tus experiencias y consejos.