Como maestros, es común sufrir en el salón de clases la invasión de la tecnología en la vida de nuestros alumnos, aunque también es sorprendente la facilidad con la que ellos aprenden a utilizar celulares y tabletas, como si hubieran nacido con un gen especial que los habilitara para usar esos dispositivos, que, además, para muchos maestros que no crecieron con esos recursos, son un reto.
Sin embargo, la facilidad de las nuevas generaciones para hacer uso de smartphones y tabletas no se trata de un don especial, en realidad se trata de algo muy sencillo y que muchos podríamos poner en práctica para conocer mejor a nuestros alumnos y para tratar con la tecnología. La clave está en la forma en que los niños aprenden.
Jugar
Para los niños, gran parte de sus actividades las ven como un juego, en realidad, ellos adquieren muchos conocimientos a partir de eso, pues funcionan como ensayos en los que pueden practicar tranquilamente, sin la presión de cometer errores, habilidades que más tarde usarán en el “mundo real”. Por lo tanto se acercan a los dispositivos de la misma manera en que se acercan a todo lo demás, a partir de juegos y diversión.
Curiosidad
Los niños son naturalmente curiosos, finalmente están descubriendo el mundo y para ellos todo o gran parte de lo que enfrentan es completamente nuevo, además, por instinto, requieren ser curiosos para adquirir el conocimiento que posteriormente necesitarán para sobrevivir en el mundo, así que cualquier objeto llama su atención.
No tienen miedo
Aunque puede haber un alto grado de frustración, los niños se acercan a las cosas nuevas sin miedo y, si en algún momento fracasan, volverán a intentarlo varias veces sin el temor que sienten los adultos a las cosas nuevas o a fallar en el proceso. Por otro lado, dado que para ellos todo es aprendizaje, no tendrán ninguna restricción al hacer preguntas: si algo no lo entienden acudirán al adulto más cercano y preguntarán todo lo que se les venga a la mente.
Intuición
Los niños son intuitivos, siguen su instinto al aprender y lo usan a lo largo de cualquier proceso. Por sí mismos, los dispositivos tecnológicos están hechos para ser intuitivos, por lo que esa capacidad que tienen los alumnos de seguir, sin restricciones, lo que dicta su corazón y su cerebro, les hará ver los pasos que deben seguir en cuanto a tecnología se refiere. Aunque son muy jóvenes como para tener un bagaje de conocimiento muy completo, eso no los detiene, simplemente se dejan llevar.
Se adaptan
Para un niño pequeño todo cambia constantemente, debido a que su conocimiento del mundo es limitado, su naturaleza debe ser adaptativa, por lo que cualquier dato o información que adquiera inmediatamente lo pondrá en uso y si es posible solucionara situaciones diarias con esas herramientas.
Aplican lo que aprenden
Y precisamente por esa naturaleza de adaptación, los niños llevan los aprendizajes nuevos a otras situaciones similares. ¿Te ha tocado ver que un niño busque utilizar igual una pantalla de televisión que un teléfono? Eso es porque tiene la capacidad de aplicar sus conocimientos sin miedo a equivocarse. Si descubren que no funciona, aprenderán algo nuevo.
¿Eres un maestro que se enfrenta a la tecnología? No los regañes, quizá debemos retomar algunas de las formas en que nuestros alumnos se enfrentan a los dispositivos.