El inicio de clases es un reto para todos los docentes, pues la mayoría de los estudiantes vuelven de unas vacaciones en las que los horarios eran mucho más libres o por lo menos estaban acostumbrados a otra estructura, menos académica. Así que las primera semanas pueden ser complicadas, ayudarlos a recuperar el ritmo nos ayudará a llevar clases más tranquilas.
Toma un poco de tiempo de las primeras clases para hacer que tus alumnos se conecten entre si, pequeñas actividades para romper el hielo o dinámicas más complejas en las que puedan hablar de quienes son es más que suficiente, no importa la edad, que se integren como grupo es importante.
En algunas dinámicas puedes agregar actividades para que practiquen el trabajo en equipo, así se darán cuenta de lo importante que es trabajar en conjunto con sus compañeros y cómo sus acciones repercuten en la convivencia diaria.
Si notas que la inquietud no se disipa después de los primeros días, dales la oportunidad de acomodarse a la nueva rutina. Mantenlos informados del ritmo que llevará tu clase, los retos que enfrentarán durante el ciclo escolar y todo el conocimiento que irán adquiriendo. Esto, por un lado, encenderá la emoción por todo lo que se avecina, mientras que por el otro, les ayudará a sentirse seguros.
Describe, al inicio de las clases, de que se tratará la clase, crea un horario y procura apegarte a la rutina siempre, así los más alumnos más nerviosos o ansiosos estarán mucho más tranquilos, pues siempre sabrán los cambios que habrá durante el día.
Algo importante es descubrir que esperan o se imaginan los alumnos que ocurrirá durante el ciclo escolar. Deja que ellos te comuniquen cuáles son las ideas que se han formado y escúchalos, así sabrás de antemano lo que temen, lo que desean y lo que se imaginan de tu clase.
También es importante que hagas encuestas en las que permitas a tus alumnos expresarse honestamente sobre lo que se imaginan de ti y de la clase, esta es información valiosa para ti, sobre cómo te aproximarás a ellos y cuál es su nivel de entusiasmo.
Tener metas es importante cuando iniciamos un nuevo trayecto. Aunque es importante que disfrutemos cada paso, saber hacia donde nos dirigimos es necesario. Y aunque todos sabemos que la meta de cada ciclo escolar es superar los exámenes y llegar al siguiente curso, también es posible establecer metas en conjunto con tus alumnos.
Estas metas pueden ser en términos de convivencia, académicos o personales. Ayuda a tus alumnos a construir un objetivo para que puedan trabajar por él a lo largo del curso, esto elevará su nivel de entusiasmo para el trabajo en clase, pues sentirán que trabajan por objetivos comunes y personales.
No se trata de metas muy grandes o muy alocadas, pequeñas metas que les ayuden a desarrollarse poco a poco, por ejemplo, si algún alumno ha tenido problemas de ortografía, su meta puede ser lograr una tarea sin errores ortográficos.
En conjunto pueden crear otras metas, como lograr que todo el salón consiga un examen arriba de 9, por ejemplo. Esto les ayudará a entusiasmarse y apoyarse como equipo.
¿Cómo ayudas a tus alumnos a recuperar el ritmo una vez comenzadas las clases? ¿Tras la primera semana ya están más tranquilos o la inquietud sigue?