Cuando eras niño y alumno la vida se veía de cierta manera, pero hoy que eres docente las cosas cambiaron de dirección, por ello hicimos una pequeña lista de cosas que viviste en la escuela y que vives hoy en día, muchas de ellas han cambiado de significado. Aunque algunas otras nunca cambiarán. Sí, hablamos de ustedes, vacaciones.
¿Qué más agregarías a esta lista?
Como alumno: ¡No! La tarea era una de las cosas que más impacto tenían en el día a día, pues podía cambiar toda la dinámica de nuestras tardes en casa, cuando había poca podíamos pasar horas en la calle con nuestros amigos y quizá frente al televisor, pero si había mucha significaban horas de rompernos la cabeza frente a los problemas de matemáticas.
Como profe: Ahora como profe sabes la importancia que tiene la tarea en el desarrollo académico de tus alumnos, por lo que la dejas con cuidado y la planeas para que sea muy significativa. Aunque tus alumnos a veces sienten que es tarea para todo el año y los miras severamente cuando no cumplen con ella.
Como alumno: O significaban mucho estrés o eran pan comido, según el alumno que fueras. Tal vez sabías que no te iba a ir bien, pero preferías no angustiarte por ello. De todas formas implicaba pasar algunas horas estudiando y esa temporada era de mucha tensión.
Como profe: Todavía es una temporada de mucha tensión, porque las evaluaciones son periodos muy complicados para los profes, diseñar exámenes, medir el rendimiento de tus alumnos, las llamadas de padres preocupados, alumnos angustiados, mucho por calificar…. ¡paren esta locura!
Como alumno: Las esperabas con locura y una vez ahí, pasaban como rayo, aunque aún recuerdas con cariño esas tardes de verano en casa de los abuelos.
Como profe: Las esperas con locura y una vez ahí, pasan como rayo. Aún añoras las vacaciones en casa de los abuelos, porque ahora te toca limpiar la casa de arriba a abajo.
Como alumno: Para ti los papás eran la figura de autoridad, siempre. Con ello negociabas los permisos, las horas de estudio y los juguetes. Los de tus amigos a veces eran más cool que los tuyos, pero bueno, papás, todos son iguales.
Como profe: Son la fuente de todo tu estrés. Los papás pueden ser tus alidados o tus enemigos, porque de ellos depende mucho de tu trabajo, si logras hacer equipo con ellos te sientes muy afortunado, pero si no, se convierten en un difícil reto.
Como alumno: Si todos tienen una mochila de burbujas yo quiero una. Si en el salón cierto juguete es la sensación, tú tenías que coleccionarlo también. Era una regla sencilla de seguir. ¿Por qué te encantaban? No estás seguro a estas alturas.
Como profe: ¡No por favor! ¿Spinners? No, niños no necesitan sacarlo a todas horas. ¿Videojuegos? ¡Basta! Necesitan ver otras cosas además de la pantalla. ¿Por qué de pronto todos traen ese peinado? ¿Quién ese cantante del que todos hablan? Si tienes hijos, ellos te ayudan a mantenerte al día, pero si no o ya están más grandes, tienes que investigar qué hay detrás de esas modas para poder trabajar con ello en clase.
¿Crees que tu perspectiva de docente ha cambiado lo que sientes por la escuela? ¡Cuéntanos más!