Hay ciertas palabras de las que estamos muy seguros, pero que al agregarlas a nuestras oraciones nos sorprenden, tal es el caso de agua, azúcar, águila… son cosas comunes, las usamos a diario, pero pueden ser un reto. ¿Por qué? Pensemos que el calor suele provocarnos un deseo: agua. y si nos gusta de sabor, con azúcar. Pero al pedirla… queremos ¿la agua? con ¿la azúcar? Sí, son sustantivos femeninos, pero que se ven muy raros cuando los enunciamos con su artículo. Por eso, cuando un artículo se encuentra junto a una palabra que comienza con a, sin importar el género de la palabra, usaremos un artículo masculino: el agua, el azúcar, el águila. Esto no afecta su naturaleza, sus adjetivos deberán ser femeninos, tal como la palabra, por ejemplo: el agua fresca, el azúcar morena, el águila bella. Simplemente se trata de algo estético y de pronunciación. ¡Ahora ya sabes cómo se resuelve el problema!