Se acerca el invierno y con esta época llega a nuestro país la temporada de la mandarina, una deliciosa fruta cítrica que acompaña la piñata, las posada y practicamente cualquier momento. Esta fruta es de origen chino, aunque su nombre es más bien portugués. El término mandarín llegó a través de los comerciantes del siglo XVI, se cree que la etimología originaria, antes de llegar a los portugueses, es del sánscrito mantrin y básicamente se utilizaba para designar a los consejeros del emperador.
En su viaje por los continentes esta palabra para nosotros acabó por significar lo referente a los chinos, lo cual eventualmente nos llevó a llamar así a la fruta que venía de esas tierras y acá terminamos por llamar simplemente mandarina.