El 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia, fecha establecida por la ONU como un día para recalcar la importancia de llevar a cabo acciones que motiven a las estudiantes de todos los niveles a escoger carreras relacionadas con la tecnología y las ciencias exactas.
Según diferentes investigaciones, sólo el 7 % de las niñas se visualizan como profesionistas en materias como física, matemáticas, biología, química, medicina o tecnología y esto no se debe al hecho de ser mujeres en sí mismo, sino a los estereotipos y las expectativas relacionadas a su futuro profesional y a lo que perciben en los medios de comunicación, en la escuela, en casa y en los lugares que frecuentan. Y es que, actualmente, de las personas que se dedican a carreras científicas, sólo el 28% son mujeres.
Si analizamos la situación, en los libros, por ejemplo, la mayoría de los nombres que revisan las materias son de hombres, mientras que los científicos que aparecen en entrevistas e incluso en series de televisión, suelen ser hombres.
Algunos investigadores han descubierto que alrededor de los 6 o 7 años la imagen de que los científicos, programadores y científicos son en su mayoría hombres se forma en la mente de los niños, por lo que ellas optan por otras actividades y se alejan de estas materias. También la situación social afecta, pues, aún en la actualidad, son las niñas las que muchas veces apoyan en labores del hogar.
¿Cómo impulsar el desarrollo científico femenino?
Para cambiar la situación y permitirle a todos nuestros alumnos que busquen una carrera que realmente los haga felices en lugar de aquellas a las que creen que deberían dedicarse, hay muchas cosas que podemos hacer. Esto será beneficioso, no solo para las niñas, sino para los niños que también sienten presión por aspectos sociales.
Revisar la historia
Aunque en los libros aparecen menos nombres femeninos que masculinos, la historia está llena de mujeres que lograron grandes avances en la ciencia y la tecnología. Revisar algunos nombres con nuestros alumnos de los avances y la importancia que han tenido las mujeres en la historia de la ciencia será de gran ayuda para cambiar la percepción de que solamente los hombres participan en la ciencia. No solamente los nombres más obvios, como Marie Curie, vale la pena revisar algunas historias para mostrar que la ausencia de nombres no se debe a la falta de aptitudes, sino a factores sociales. Por ejemplo, la importancia de Mileva Marić Einstein, la primera esposa de Albert Einstein, quien contribuyó de forma importante en los descubrimientos del físico, pero cuyo nombre casi no se conoce debido a diversos factores sociales. O el nombre de Susan Jocelyn Bell Burnell, una astrofísica que descubrió la primera radioseñal de un pulsar y cuyo logro fue atribuido al asesor de su tesis, quien incluso recibió un premio Nobel.
Alentar a nuestras alumnas
Seguramente tenemos más de una alumna que naturalmente muestra aptitudes para las matemáticas o gusto por materias de ciencia, pero posiblemente no consideren esto como un futuro profesional, por las razones que ya hemos visto. Hacerles ver sus talentos y alentarlas a aprender más al respecto, abrirá un camino en ellas para que consideren otras opciones. Quizá en un futuro tomen otras decisiones, pero abrir el panorama de sus opciones será de gran ayuda para que más mujeres se acerquen a la ciencia.
¿Cómo contribuyes en tu salón de clases a que las alumnas se acerquen a las ciencias?