Las escuelas son un espacio en donde no solamente se aprende a multiplicar o las fechas históricas, también son lugares que introducen a los niños a vivir en sociedad, pues inevitablemente se encuentran con otros niños, adultos, distintos tipos de autoridad, problemas, retos y frustraciones, por ello, el desarrollo de conceptos como diversidad y fortalezas como empatía son esenciales. De forma inevitable, en la escuela aprendemos de nosotros mismos tanto como de los otros, por lo que el respeto a las diferencias y la convivencia con el otro, herramientas tan importantes en el mundo, deberían adquirirse en esa etapa.
¿Qué es neurodiversidad?
El concepto de neurodiversidad ha cambiado la visión de muchas personas en torno a ciertas diferencias, pues propone una nueva forma de ver el mundo. Autismo y Déficit de atención son trastornos que implican retos para quienes los experimentan, pero también para los padres de familia, los maestros y los compañeros de clase, pues sus desafíos son distintos a los de otros niños. A lo largo de la historia, sus dificultades se han visto como discapacidades y muchos de los rasgos de las personas con estos trastornos buscan eliminarse o esconderse.
Sin embargo, el concepto de neurodiversidad ha propuesto una forma distinta de aproximarse a esto. Se creó en los años 90, cuando la tecnología abrió la puerta para que muchas comunidades se unieran, gracias al internet y otros recursos, sujetos de muchas partes del mundo se conectaron, a pesar de las distancias pudieron encontrar sus puntos en común y comenzaron a crear redes que incluían a cualquiera. En ese contexto, la socióloga Judy Singer lanzó una tesis que revolucionó la forma de ver a las personas con autismo o déficit de atención: neurodiversidad. Y propuso que estas condiciones, más que discapacidades o fallas en el sistema, son “cableados distintos” en el cerebro, lo que da como resultado una forma distinta de percibir y entender el mundo.
Diversidad del siglo XXI
Conforme pasa el tiempo, nos queda cada día más claro que todos somos diferentes, las diferencias obvias se han superado poco a poco (aunque aún hay prejuicios y otros errores comunes). Pero el aspecto de la neurodiversidad pone sobre la mesa la importancia de saber que otros ven el mundo de forma distinta, aunque existan convenciones como el lenguaje para salvar esas diferencias, hay cerebros que sencillamente no perciben las cosas como el de la mayoría y la intención de este término es dejar atrás estigmas y rechazo, para dar pie a una inclusión y aceptación.
Neurodiversidad significa que la forma en que sus cerebros funcionan no está mal ni es deficiente, sino que es una variedad del cerebro humano que tiene otras fortalezas y otros desafíos, pero su gran dificultad radica en que no se parecen a la mayoría. Esta mirada es importante para quienes experimentan estas diferencias, pues los ayudará a desarrollar autoestima, resiliencia y fortaleza ante los retos.
El apoyo es importante
Reconocer las dificultades de cada niño es importante, pues los alumnos que requieren apoyos específicos no dejarán de necesitarlos aunque los términos cambien, por eso es muy importante reconocer sus diferencias y apoyarlos en lo que necesiten para integrarse en el mundo. La neurodiversidad sí puede afectar la forma en que percibimos a estos alumnos, así podremos incluirlos en nuestro salón de clases (y en nuestra sociedad) más que excluirlos al pensarlos diferentes y lejanos a nosotros mismos, aprender más sobre trastornos como autismo o TDA nos permitirá darnos la oportunidad de abrir nuestro mundo a estos niños. Lo más importante es conocerlos, explorar sus diferencias y valorar el enfoque que ellos pueden agregar a lo que aprenden, nuestro salón de clases será más rico y las opciones muy variadas.
¿Has tenido algún alumno con este tipo de neurodiversidad? ¿Qué te parece este concepto?