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Algo que tenemos muy arraigado en la sociedad actualmente es la importancia de hacer algo productivo en todo momento, al grado que, para algunas personas, pasar un tiempo libre se ha convertido en una fuente de ansiedad y culpa. En el caso de los niños o adolescentes, es común que los papás consideren que han perdido tiempo si lo dedican a ver televisión o jugar videojuegos, pues estas actividades lucen como un desperdicio de tiempo, por lo que tenemos niños y jóvenes en tres o cuatro actividades extraescolares sumadas a la escuela.
En el momento que vivimos actualmente, esta visión nos ha generado mucha ansiedad. El estar en casa la mayor parte del tiempo nos ha alejado de actividades deportivas o recreativas, la escuela se ha vuelto compleja y en muchos casos demasiado exigente, la ansiedad de avanzar y de hacer algo que parezca provechoso para los más jóvenes o incluso para nosotros mismos hace aún más difícil el encierro provocado por el covid.
Sin embargo, el tiempo libre, el ocio y los pasatiempos considerados poco productivos son en realidad una parte muy importante de la salud, tanto física como mental. Estos momentos son de descanso, de relajación y también de un tipo de reflexión que no se da en otros espacios, pues le permiten a la mente expresarse. En ocasiones es en esos espacios en los que identificamos soluciones para problemas del día a día, fomentamos la creatividad, las relaciones interpersonales e incluso habilidades útiles para otro tipo de tareas.
Para muchas personas el ocio es algo negativo, pues significa una mente desocupada que es vulnerable, que piensa demasiado o que no aprovecha su capacidad, sin embargo para muchos sociólogos e investigadores el ocio es una parte muy importante de la vida. Durante el ocio, cualquier actividad que se realice se hace de manera voluntaria, libre y por placer, no por obligación. Es verdad que este tiempo en ocasiones resulta en aburrimiento e incluso fastidio, pero hasta esas emociones son importantes en el desarrollo de la creatividad, de la independencia y del descanso.
Aunque parezca una desventaja, tener niños o adolescentes aburridos de vez en cuando puede ser lo que necesitan. Para muchos padres y docentes parece necesario estructurar el tiempo de forma metódica para que ningún aprendizaje se pierda en esta temporada de educación a distancia, algunas escuelas han optado por aumentar las tareas, mientras muchos padres temen el no poder mantener el ritmo y que se pierda la educación. Sin embargo, necesitamos recordar que en el tiempo libre los más pequeños son dueños de su tiempo, pueden tomar decisiones, explorar la imaginación, resolver el problema de estar aburridos y ser independientes.
Al mismo tiempo los adultos también estamos envueltos en esta visión, agotados por los cambios que hemos enfrentado, pero con una fuerte sensación de culpa al momento que dejamos de esforzarnos, algo que se transmite en el ambiente familiar. Por ello retomar nosotros también esa ociosidad podría ser lo más importante.
Si esto es algo que te ocurre sería importante que buscaras volver a tus pasatiempos favoritos, no solamente aquellos que son productivos, ni que te obliguen a competir contigo mismo o con alguien más, pasatiempos como colorear, cantar o bailar suelen ser los simples momentos en los que nos sentimos libres y felices, como niños y como adultos. También es posible que tengas algún otro gusto olvidado, como pintar frascos de café, dibujar plantas, tallar figuras de madera, actividades que no tienen ningún otro objetivo que el simple hecho de pasar el tiempo en eso, porque no necesitamos ser expertos en el color o en las herramientas.
En momentos de estrés esta salida puede ayudarte mucho a relajarte y a descansar, por ello lo recomendable es agregarlos a cualquier rutina que tengamos para cuidar de nuestra salud y que acostumbres a tu mente a liberarse de la presión del perfeccionismo, del estrés de hacerlo todo bien o de simplemente hacer algo productivo.
Como padres o como docentes tenemos la responsabilidad de guiar a los más pequeños, algunos estudiantes sienten la presión de lograr el nivel académico, pero debemos aceptar que un tiempo extraordinario requiere una visión extraordinaria. Recuerda a los padres de tus alumnos que el tiempo libre y las actividades en casa también son fuentes de aprendizaje y que, si los recursos nos juegan en contra, no significa que la educación esté perdida. Al mismo tiempo, dejemos que los niños sean niños, fomentar su independencia y creatividad es tan simple como dejarlos administrar una parte de su tiempo, descansar después de un largo día y evitar la culpa de no estar haciendo algo importante.
¿Tú cómo administras tu tiempo libre? ¿Crees que has estado bajo mucha presión en los últimos tiempos? ¡Comparte con nosotros cuáles son tus pasatiempos menos productivos, pero más divertidos!