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Sin importar si la educación se da de forma presencial o si es a distancia, como docentes sabemos que cada estudiante tiene su propio ritmo de aprendizaje, una forma de aprender, particular. A pesar de eso, la educación suele estar condicionada por un ritmo muy exigente, tanto al interior de las escuelas, como en los salones de clases, estamos preocupados por cumplir plazos, cubrir un temario, hacer exámenes, revisar tareas. Nosotros como docentes estamos a un ritmo que transmitimos a los propios alumnos, que también se preocupan por cumplir esos plazos.
Sin embargo el aprendizaje no es una carrera, sino un largo viaje, cada alumno aprende a su propio ritmo, algunas materias resultan sencillas, otras un reto, y ningún grupo es uniforme. Por ello es muy importante que en el salón de clases recordemos bajar el ritmo, observar con cuidado los pasos de los alumnos
¿Cómo cuidar esto en las circunstancias de este ciclo escolar? La educación a distancia hace mucho más difícil que podamos observar y cuidar estos detalles para cada alumno, especialmente porque no estamos presentes para poner atención en su desarrollo.
En este momento de crisis los padres de familia son la clave en la educación. Conectar con ellos es lo que realmente nos ayudará a conocer a cada estudiante, a conocer las claves para cada caso y a observarlos a la distancia. Habla con ellos y comparte cuáles son las estrategias y los detalles a los que deben permanecer atentos. Mantén con ellos la motivación, envía notas positivas y abre el canal para que ellos se puedan comunicar contigo abiertamente.
En este momento será difícil hacerles llegar el conocimiento como lo haríamos en el aula, serán los propios alumnos quienes tendrán que acceder a él. Esto es uno de los más grandes retos que enfrentarán, pero lo que nosotros podemos hacer es impulsarlos y motivarlos a convertirse en estudiantes independientes. ¿Cómo lograr esto? Utiliza ejercicios de autoevaluación, abre el debate, la reflexión y la conversación sobre el aprendizaje en sí mismo, busca ejercicios que se anclen en la realidad de tus alumnos y motívalos a estudiar.
Las dificultades de conexión y algunos otros obstáculos podrían convertirse en un problema para lograr que los alumnos continúen sus estudios al mismo ritmo. Sin embargo una de las posibilidades es tener a la mano recursos que permanezcan, así los alumnos podrán volver a ellos en cualquier momento, los videos, los podcast, tutoriales, textos e incluso libros son los recursos que servirán para que los alumnos aprendan a su propio ritmo, lo que nosotros podemos hacer es acercarles todos esos recursos para que los tengan a la mano y sepan que pueden volver a ellos en cualquier momento. Busca libros con explicaciones alternativas, describe algunos procedimientos con instrucciones o comparte con ellos videos y podcast que puedan descargar o buscar cuando lo necesiten, no solamente durante un horario específico en el que se transmite una clase. Eso ayudará a que ellos aprendan cuál es su ritmo.
Otro recurso que puede ser muy útil para los estudiantes en este momento es conocerse a sí mismos. Utiliza algunas clases para hablar con ellos de tipos de aprendizaje, de técnicas de estudio, para que tengan a la mano conocimientos que les ayuden a descubrir mejores formas de aprender. Algunos descubrirán si son más auditivos o de movimiento, ofréceles estrategias para activarse o descansar entre clases o entre tareas. Todos esos recursos harán menos complicado el proceso de adaptación.
Aunque estas ideas buscan atender diferentes aspectos de la educación, son útiles para que los estudiantes aprendan un poco más sobre aprender, de esa forma el ritmo que adquieran a lo largo del ciclo escolar será el suyo. Como docentes, este ciclo podemos dotarlos de herramientas, evitar la presión y la prisa es clave. ¿Cómo ayudarás a tus alumnos para que se adapten mejor?