¿Alguna vez has tenido un alumno que no hable en la escuela o en tu salón de clases? Puede que se comunique normalmente en su hogar o entre sus amigos, pero en el salón de clases o en ciertas situaciones se convierta completamente en un niño silencioso y quizá asustado. Esto puede deberse a algo llamado mutismo selectivo. No se trata solamente de ser tímido, ni de algo que pasará con el tiempo, el mutismo selectivo puede afectar a un alumno tan seriamente que no podrá comunicarse de forma oral aunque tenga una emergencia o necesite algún apoyo, así que es importante no dejarlo pasar.
¿Qué es y qué no es el mutismo selectivo?
Aunque al inicio de cursos es normal que algunos niños sean tímidos, en pocos días se acostumbran al nuevo ambiente y comienzan a comunicarse manera normal. Sin embargo, existen algunos casos en los que el pequeño no logra desenvolverse y sorprende a sus padres y maestros, pues en ambientes familiares no parece existir problema alguno, pero en clases o lugares con extraños sencillamente dejan de emitir palabra.
Es muy importante entender que esta conducta no es desobediencia, ni desafía al maestro, genuinamente el pequeño no logra comunicarse, a pesar de intentarlo. Tampoco se trata de autismo ni de estrés post traumático, pues en el autismo las dificultades de socialización no se limitan a un solo ámbito y los signos asociados a un trauma se acompañan de otras conductas. Por su parte, el mutismo selectivo se presenta en casos de ansiedad social y curiosamente es común en niños que crecen en un ambiente bilingüe.
¿Cómo lo ayudo?
No es fácil cuando algo así se presenta en clases, pues representa una gran dificultad para nuestro alumno, lo ideal es que reciba apoyo de profesionales, como psicólogos o logopedas, pero hay pequeñas adecuaciones que puedes hacer en tu clase y que podrían ser muy beneficiosas.
¡Que se exprese!
Aunque lo ideal es que el alumno logre comunicarse de forma oral, es importante que tenga acceso a algún medio de comunicación, escrito o de señas, pues durante su estancia en la escuela habrá momentos en los que requiera expresar alguna necesidad, así que no se deben limitar sus medios de expresión, pero si motivarlos a que sean ellos quienes se comuniquen, sin importar cómo lo hagan. Una vez que le preguntes algo, espera antes de repetir la pregunta, dale al menos 10 segundos para responder de alguna manera y valida su forma de hacerlo. Esto los ayudará a sentirse escuchados y poco a poco estarán más cómodos.
Discretos en la clase
Si tienes un alumno con estas dificultades seguramente todos lo han notado, es importante no hacerlos notar aún más al señalarlos por este obstáculo, tampoco es recomendable celebrar públicamente cuando logran hablar. Si de pronto lanzan frases o palabras no hagas de esto mucha algarabía, pues se sentirán vulnerables ante los ojos de sus compañeros y de su maestro, busca el apoyo de todos los miembros de tu clase, pero no de forma que lo haga sentir observado ni diferenciado. Simplemente diles que todos deben apoyarse entre sí y respetar al otro.
Pequeños grupos
Trabajar en equipos pequeños o en parejas le dará la oportunidad de sentir menos tensión, exponerse ante toda la clase para participar o realizar alguna actividad probablemente acentúe el mutismo selectivo. Ayúdalo a comunicarse y celebra sus logros, sus participaciones también son importantes.
Déjalo entrar al salón unos minutos antes
Es posible que los cambios repentinos y el estrés de la clase sean parte del problema. De ser posible déjalo entrar antes al salón, muchas veces la compañía de algún familiar podría ayudar, acostumbrarse al lugar con alguien que le da seguridad será de mucha ayuda. Si no es posible que entre su mamá o papá, puedes acompañarlo de algún amigo suyo, con unos minutos antes de la clase se apropiará del espacio.
¿Alguna vez has tenido un alumno con un problema similar? ¿Cómo lo abordaste? ¡Comparte tus experiencias con nosotros!