El regreso a clases nos tiene tan emocionados como preocupados, aunque anhelamos estar de vuelta en el aula, convivir con los estudiantes y retomar el ritmo que nos gusta para las clases, también estamos conscientes de una gran cantidad de retos asociados a esta nueva normalidad, no solo por el temor a los contagios de Covid-19, también con la gran cantidad de adaptaciones y dificultades que hacen de este esperado momento algo preocupante. A pesar de todo, esta vuelta a la escuela es algo que tenemos en la mente desde hace tiempo, por lo que al tomar en cuenta algunas medidas y con nuestra capacidad de adaptación, en poco tiempo estaremos como peces en el agua. Aquí tenemos algunos tips para que nada te sorprenda al volver a la escuela.
La tecnología con la que contamos en la actualidad, hizo posible que a pesar de los estragos que causó la pandemia, pudiéramos continuar en gran medida con muchas actividades, incluso la educación. Pero la convivencia en las aulas no es solamente enfocada a los contenidos académicos, para niños y adolescentes es necesario asistir para desarrollar habilidades sociales y practicar algunas otras, como la función ejecutiva, la función motriz. Aunado a todo está el tema de la salud mental, que se ha visto afectada debido al aislamiento social, el temor y el cierre de escuelas.
Por ello es que en diferentes partes del mundo, el regreso a clases ha sido de las actividades prioritarias al momento de la reactivación.
Uno de los grandes temores de toda la sociedad ante un posible regreso a clases es que se de una alza de contagios entre la comunidad escolar, pero gracias a las experiencias en otros países que, con las medidas necesarias, es posible tener regresos seguros, especialmente con modelos híbridos, que permiten, además, organizarse mejor en caso de un cierre por contagios. Claro que esto tiene sus implicaciones y sus retos, pero para el desarrollo de los más jóvenes, es necesario que busquemos las condiciones para el regreso a clases.
Aunque este cambio es importante para la salud de los alumnos e incluso de nosotros como docentes o como padres, no significa que sea fácil, todos los cambios, incluso los más positivos, son muy complicados, implican ansiedad y estrés para todos los involucrados, mucho más en un momento de tanta incertidumbre alrededor del mundo. Por ello, ayudar a los más jóvenes en la adaptación es muy importante.
Unos días antes practica con ellos la rutina que seguirán antes de ingresar a la escuela, los horarios de comida, de irse a la cama, levantarse e incluso el tiempo que dedican a estudiar. Aunque puede parecer complejo, es la mejor forma de llegar mucho más preparados al ingreso a clases.
Déjalos expresarse y atiende sus necesidades. Si te dicen que están asustados o que no tienen ganas de regresar, trabaja con ellos en observar soluciones que puedan prevenir situaciones de estrés y valida sus emociones, aunque sean jóvenes, es normal sentir la presión.
Aunque la adaptación es complicada, también es importante que los niños y jóvenes tengan en mente la importancia de respetar los protocolos. Trabaja con ellos el tiempo que usarán el cubrebocas en el día, midan la distancia correcta entre personas para que tengan ya un parámetro para convivir con sus compañeros y platica con ellos sobre lo importante que es respetar esto, responde a sus preguntas y asegúrate de que todas estas medidas tengan una razón detrás, para que sientan que no es solo una imposición, sino que es un proceso importante.
Este es el mejor momento para planear con anticipación. Es posible, porque estamos ante una pandemia, que en algún momento debamos volver a la distancia, por ello ajustar nuestras materias para que se transformen en clases a distancia nuevamente es la mejor idea. Puede parecer complejo, o casi imposible, pero el sistema aún será un tanto híbrido, ten a la mano recursos, planea con los alumnos qué hacer y cómo entregar tareas si debemos volver a casa.
El docente es siempre el modelo de los alumnos, su actitud y sus emociones se pueden ver realmente afectadas si el docente al frente del aula se muestra enojado, temoroso o negativo. Para afrontar los cambios no hay como un modelo positivo que nos acompañe a pesar de las inseguridades.
Claro que para ser un mejor modelo para los alumnos, es importante que nosotros también estemos al tanto de nuestras propias necesidades. Todas estas recomendaciones son útiles para los más pequeños, pero también para los adultos. Habla con alguien sobre cómo te sientes, prepara tus rutinas y modifica tus protocolos para que sean adaptables y funcionales. Y si lo necesitas, busca ayuda. El apoyo entre colegas, crear equipos y la empatía son la mejor solución para el momento.
¿Cómo te sientes ante el regreso a clases? ¡Comparte con nosotros tus ideas y estrategias!