Enseñar a los niños y jóvenes sobre literatura es algo que reconocemos como importante. Muchas veces damos por hecho que los alumnos requieren acercarse a la literatura, pero pocas veces nos ponemos a pensar en los beneficios que esto tendrá en su vida diaria, lo cual hace complicado que los propios alumnos se emocionen o se acerquen a la literatura más allá de la obligación escolar. Sin embargo, que los estudiantes vean en las letras mucho más que una tarea, puede darles diversas herramientas, intereses, habilidades, momentos saludables, etc.
Adquisición de vocabulario
La poesía es una forma del lenguaje que permite darle un uso muy interesante y acercarnos a nuevas palabras para dotar de significado a esos vocablos, de una forma muy diferente a cómo nos acercamos a ellas en un diccionario, en un ensayo o en nuestras tareas. Leer poesía y escribirla nos permite utilizar el lenguaje de una forma distinta, lo importante es hacerlo sin temor, más bien de forma divertida e interesante.
Expresión
Alrededor de la poesía hay muchos mitos, entre ellos la creencia de que su apreciación y creación es sólo para iniciados o para elegidos, sin embargo, una de las grandes ventajas de conocer poesía es que abre sus puertas para todos, incluso más allá del significado y la comprensión de lo que leemos, pues una parte muy importante está en el ritmo y en la musicalidad de las palabras.
Por eso sirve para expresar emociones y experiencias, conocernos mejor, explorar quiénes somos y qué sentimos.
Resiliencia y educación emocional
Dada su carga emotiva y de expresión, la poesía sirve también para crear resiliencia, pues nos permite aproximarnos a nuestras experiencias y emociones desde perspectivas distintas, además de abrir un espacio en el que las podemos verter sin temor al qué dirán. Por ello, para los alumnos puede ser un medio que los hará sentir más fuertes, acompañados, libres y poderosos sobre la lengua que usamos.
Apropiación del lenguaje
Acercarnos a la poesía es una forma de apropiarnos de la lengua, de sentirla nuestra más allá de su utilidad y de los enfoques académicos, pues finalmente es una forma de jugar con las palabras y con la forma del lenguaje, permite experimentar y adentrarnos en los significados, los sonidos, las imágenes y todas las posibilidades que nuestra lengua ofrece.
Empatía y comunidad
Conocer al otro a través de la poesía es una gran forma de activar la empatía en nuestros alumnos, pues les dará la oportunidad de conocer los sentimientos de las personas, cómo esto les afecta y podrán relacionarse con esos mismas emociones, aunque no hayan pasado por las mismas experiencias. Además de leer poesía, escribirla, compartirla y escucharla juntos les ayudará a fortalecer los lazos entre quienes participan, lo cual llenará el ambiente de una sensación de comunidad cada vez más rica.
Creatividad
Acercar a nuestros alumnos a la poesía, no solamente a través de la lectura de poemas clásicos o importantes, sino de la escritura y la experimentación abrirá la posibilidad a los alumnos de conocer su propia voz. Algunos quizá descubrirán que este no es su medio preferido, pero hará posible la creación como algo cotidiano, sin reservarse solo para algunos “elegidos”, sino para todo aquel que desee practicarla. Por otro lado, la lectura de algunos poemas puede ser también una posibilidad para que los alumnos le den sentido a ese texto a partir de otros medios, no solamente el del análisis de la forma, sino de fotografía, dibujo, escultura, música o cualquier otra expresión.
La poesía puede estar presente en todas las materias, no necesariamente en las que se relacionan con la lengua o la literatura, para compartirla con los alumnos solo hace falta compartir con ellos aquellos poemas que nos hagan sentir vivos. ¿Has compartido poesía en tu salón de clases? ¡Comparte con nosotros!