Gran parte del trabajo del maestro es muy satisfactorio, pues vemos crecer a nuestros alumnos, los vemos aprender y convertirse cada día en grandes personas. Pero también sabemos que esta labor es un reto, pues algunos estudantes llegan con historias personales que inevitablemente afectan su aprendizaje y su conducta en el aula. Algo que los diferencia del resto inevitablemente y muchas veces hace del trabajo del docente un desafío, sencillamente porque aproximarse a ese joven, niño o niña será más complejo.
Por ello hicimos esta lista, con puntos que ESE alumno de tu grupo quiere que sepas.
Aunque la conducta de un niño pueda parecer muy desafiante e incluso te afecte de forma directa, es importante que no pierdas de vista que no es algo personal, el alumno no se comporta de esa manera solo para molestarte a ti, existen razones personales, emocionales e incluso fisiológicas que provocan esa conducta. Es verdad que, en el aula, esas acciones están dirigidas hacia ti, pero no se trata de que las provoque algo de ti mismo, ni algo que el alumno siente directamente hacia ti. Tu alumno puede no estar consciente de esto, pero tú nunca lo pierdas de vista.
Puede ser difícil recordarlo, porque la mala conducta suele cubrir todo lo que es un alumno, pero es muy importante que veas más allá de eso. Seguramente existen emociones, temores y motivaciones en el alumno que lo llevan a comportarse de cierta manera, pero el niño no es solamente eso, detrás de esos desafíos hay cosas que le gustan, habilidades, deseos, admiración, cariño, solo que todo está constantemente cubierto por sus conductas. Tú, como profe, puedes buscar otras perspectivas, tratar de conocer a tu alumno más allá de lo que te deja ver.
Tus alumnos no son su conducta, aunque esta forme parte de ellos, conocer la verdadera razón por la que los niños o los jóvenes actúan de cierta manera nos ayudará a encontrar estrategias para ayudarlos a mejorar. Nunca olvides que lo que motiva esas conductas puede ser algo muy difícil en la vida de tu alumno. Trata de encontrar esas razones que subyacen en tu estudiante, eso los ayudará a conectar, a comunicarse y a ti te ayudará a comprenderlo.
Entre más restrictivas sean las reglas, más frustrados e impotentes se sentirán los alumnos. Los únicos que pueden llegar a controlar su conducta son los propios alumnos. Aquí lo importante es aplicar estrategias para enseñar a nuestros jóvenes cómo y por qué es importante lograr ese autocontrol y regulación.
Recuerda, la única conducta que puedes realmente controlar es la tuya y cómo actúas hacia tus alumnos es muy importante.
Es común que, como adultos, etiquetemos ciertas conductas bajo este concepto, y por lo tanto descartamos la importancia que tienen, porque creemos que los alumnos lo hacen “solo por llamar la atención”. La cuestión es que es verdad, pero eso no significa que sea algo malo o que haga menor la situación. Si un alumno utiliza recursos como gritar, pegar o desobedecer como métodos para que los adultos o sus compañeros lo volteen a ver, significa que ese alumno no sabe cómo expresar sus emociones o sus necesidades de una mejor manera. Por lo tanto usa esos recursos. Llamar la atención no es malo, pero ha aprendido que, a través de su (mala) conducta puede lograrlo. Sí, el estudiante necesita llamar la atención, lo importante es hacerle ver que ese no es un buen método y señalarle otros que sí.
Precisamente por esa necesidad de atención es muy importante que le demostremos a nuestro alumno que lo vemos, pero no debido a esas conductas, sino por todas esas otras cosas que también es, por ser hábil para las matemáticas o la lectura, por sus logros o por su personalidad. Demostrarle a nuestro alumno que es visible y que merece todo el cariño y la atención seguramente disminuirá su necesidad de hacerse notar por medio de la mala conducta. Sabemos que en un salón lleno de estudiantes no siempre es fácil demostrarle a todos que los vemos, pero invertir un poco de tiempo en esto ayudará a que todos mejoren su convivencia. Observa a tus alumnos, conócelos y dales alguna muestra de que son visibles.
¿Tienes o has tenido un alumno que exija mucho de ti? ¿Qué estrategias has usado para sobrellevarlo?