Aprender idiomas es muy importante, da gran ventaja a los estudiantes al llegar a su vida laboral y en general ayuda a desarrollar habilidades importantes, así como a mejorar la comprensión de otras culturas, adquirir nuevas perspectivas y a resolver problemas, sin embargo, no para todos es fácil adquirir este conocimiento, aunque para algunos resulta fácil y emocionante, para muchos otros resulta una tarea tediosa y compleja.
Y es que aprender un idioma no solo se trata de memorización, se trata de expresión, práctica e incluso confianza.
Uno de los grandes recursos para aprender idiomas es el uso de imágenes, estas nos ayudan a asociar los significados de las palabras al vocabulario nuevo, sin la necesidad de utilizar la palabra en español. Y aunque es muy común que se usen pictogramas en las clases, también podemos aprovechar el poder de la imagen y pedirle a nuestros alumnos que ellos mismos dibujen y trasladen el significado de las palabras e incluso las oraciones. No a todos se les facilitará esta tarea, pero probablemente los alumnos que más se complican con nuestra materia se verán más tranquilos y les será más sencillo adquirir el significado de las palabras.
Seguramente este es uno de los secretos más compartidos por los maestros de idiomas. Las canciones y las lenguas son excelentes compañeros, pues el ritmo ayuda mucho a la memoria y estimula nuestras emociones, algo esencial para quien requiere motivación. Pon a tus alumnos a cantar un poco, dales canciones con las que se puedan identificar, traduzcan. También puedes usar melodías sencillas para ayudar a su memoria, hacer canciones pegajosas incluso los estudiantes menos interesados tararearán una buena melodía.
Los juegos son de los recursos más importantes cuando de aprender se trata. Sin importar la edad de nuestros estudiantes podemos utilizar juegos de todo tipo para motivar y estimular a nuestros pupilos. Y en el caso de los idiomas, asociar significados a acciones específicas puede ayudar mucho a la memoria. Juegos como “caras y gestos” obligarán a tus estudiantes a realizar movimientos mientras asocian una palabra con sus acciones.
Cuando estamos aprendiendo un idioma es obligatorio el trabajo en equipo, la conversación, hablar en un idioma extraño durante la sesión, jugar y exponerse frente a todo su grupo, por lo que esto puede bajar la motivación de los estudiantes más tímidos o aquellos a quienes se les dificulta la expresión oral. Así que inspirar confianza y tener un grupo que evite juzgar a los demás es esencial. No olvides respaldar a tus estudiantes, recordarles que fallar es parte del proceso y hacer de los errores buenas oportunidades.
Comenzar una oración no es nada fácil. Quizá durante las clases sea buena idea tener una serie de herramientas en las paredes o por lo menos a la vista, que puedan ayudar a los alumnos más inseguros o tímidos a comenzar sus frases cuando necesitan expresarse. Inicios para las preguntas más comunes, frases diarias y un poco de vocabulario a la mano durante la sesión inspirará confianza y un anclaje para quienes sufren más durante las clases.
También es importante que tengas en cuenta el tiempo que le puede tomar a un estudiante responder a lo que le preguntes. A veces cuando esperamos la participación durante la clase damos poco tiempo a los alumnos para responder, espera al menos 30 segundos antes de cambiar a otro participante o de dar por perdida una participación. Recuerda que ordenar nuestras ideas no siempre es algo instantáneo.
¿Qué consejos le darías a un profesor de idiomas que comienza a dar clases? ¡Comparte con nosotros esas ideas!