Todos somos genios. Ese es el postulado de Gina Amaro Rudan expuesto en su libro Genios Prácticos y quien, en cierto momento, decidió cambiar su carrera para desarrollar el potencial de la gente, pues se dio cuenta que eso deseaba hacer realmente. Esta afirmación no significa que todos podamos ser como Albert Einstein o Stephen Hawking, porque ser genio no se relaciona con el coeficiente intelectual, se trata de una conjunción entre nuestros talentos y nuestras pasiones, lo que puede cambiar nuestra vida si nos dejamos creer que somos genios.
Cuando somos niños todos somos genios y nos permitimos serlo, jugamos y creemos en nosotros mismos, sin embargo, conforme pasa el tiempo, la sociedad y nosotros mismos comenzamos a maltratar esos talentos, nos convertimos en lo que nuestro trabajo, nuestra escuela, nuestros padres, esperan de nosotros y dejamos atrás nuestras verdaderas pasiones, ideas y talentos. ¿Tú olvidaste tu propio genio? Haz una lista con tus fortalezas y tus pasiones, compárala con tu vida diaria, si algo no coincide, entonces es momento de despertar tu genialidad.
Para reavivar la llama es importante un profundo análisis de ti mismo. Piensa en lo que quieres dejar como “legado”, sin que se trate de dinero o de reconocimiento, tu genio se encuentra en donde tu corazón y tu mente se alinean. Para encontrarlo analiza tus fortalezas, tus habilidades, tu creatividad, tus conocimientos y tus creencias personales, en donde coinciden esos rubros probablemente se encuentre tu verdadero llamado. Además debes crear un “manual” para la vida que sea especialmente hecho para ti, para eso debes ser curioso, explorar, jugar todo el tiempo y experimentar cosas nuevas.
Una vez que lo encuentres, exprésalo. No tengas miedo de darte a conocer, de mostrarle a las personas quién eres y qué quieres. Inventa una forma propia de narrar tu historia, crea un guión para presentarte a quienes conozcas, pero que deje ver tu genio. No tengas miedo de ser honesto y transparente.
Rodéate de más genios. No importa si sus intereses o habilidades son distintos, lo importante es crear un ambiente de creación, de genialidad. Recuerda que muchas personas juegan papeles distintos en tu vida, alguno será tu “Yoda” personal, tu guía, otros formarán parte de tu tribu y algunos más te darán a conocer.
Cuida tu genio. Para cuidar tu genio debes cuidar tu cuerpo y tu mente, pues solo así podrás explotar todo tu potencial, comienza por reactivar hábitos saludables, comer mejor, hacer ejercicio, dejar atrás los vicios.
Una vez que has cultivado quién eres y ya sabes qué deseas es momento de pensar en el mercado. Utiliza esa chispa que has encontrado en ti para demostrarle a todos quién eres, sin miedo ni timidez. Como cuando eras un niño y no te preocupaba ser alguien más, sé sencillamente tú, con todas tus contradicciones.