Cuando enfrentamos algo nuevo en nuestra vida, es común que nos invadan sensaciones de miedo y confusión. Después de una larga vida laboral y productiva llega el momento del retiro, una etapa completamente nueva que requiere de adaptación, por lo que habituarnos de un momento a otro a un nuevo ritmo puede llegar a ser muy difícil para algunos de nosotros.
Según diversos estudios, se calcula que unos 350 millones de personas en el mundo llegan a padecer este síndrome, mientras que en nuestro país, uno de cada tres jubilados lo presenta. Esta afección ocurre tras un abrupto cambio en el ritmo de vida o al sentirse abrumados por la presión económica.
Sus principales síntomas son:
-Estrés
-Ansiedad
-Pesimismo
-Depresión
-Propensión a alcoholismo
-Soledad
-Fatiga
-Dificultades para la concentración
-Alteraciones en el sueño
El manejo del tiempo y la socialización son factores muy importantes en nuestra vida diaria que al llegar el momento del retiro pueden verse afectados. Pues pasamos de tratar diariamente con personas diversas y apegarnos a un horario específico a un estado de reposo, en el que no existen actividades programadas ni una presencia constante de compañeros, alumnos, padres de familia.
Por ello se recomienda que algunas semanas antes de la jubilación se hagan planes de las actividades que se llevarán a cabo una vez retirados, además de compartir nuestras emociones e ideas con amigos y familiares, expresar cómo nos sentimos con respecto a los cambios y permitir a otros acercarse a nuestro entorno hará más fácil la transición y nos ayudará a manejar los momentos complicados.
Es fundamental que el jubilado o jubilada reorganice su vida, establezca nuevas rutinas, ya que la inactividad genera sentimientos de improductividad, lo que puede ocasionar ansiedad y depresión.
Mantener los vínculos y organizar actividades con amigos, compañeros y familia son de las acciones más saludables para la mente y el espíritu. Mientras que un descanso adecuado es necesario también en esta etapa de la vida.
También, se recomienda realizar actividades saludables para mantener bajo control las enfermedades crónico degenerativas como hipertensión y diabetes, que en esta etapa llegan a afectar nuestra vida diaria.
Aunque la vida laboral haya llegado al final, no significa esto que las oportunidades se acaban. El retiro es un momento perfecto para dejar de posponer planes o desechar ideas, por lo que retomar los estudios, explorar nuevas profesiones o incluso emprender un pequeño negocio son posibilidades que se abren al llegar a la jubilación.
¿Estás por jubilarte o te acabas de retirar? ¿Cómo has vivido esta etapa?