Que los niños lean es una preocupación de muchas generaciones, campañas a favor de la lectura han ido y han venido, algunas con mayor o menor éxito. Aquí te damos algunos consejos infalibles para conseguir que tus niños, alumnos, sobrinos o conocidos descubran el placer y la importancia de leer.
¡No a los 20 minutos de lectura diarios!
Sin importar cuánto se le repita a un niño que leer es bueno para él, no lo hará con gusto si se trata de una tarea o una obligación; los métodos que buscan incentivar la lectura por medio de horarios, restricciones, recompensas o castigos harán que los pequeños vean en los libros solamente una tarea, una responsabilidad o una forma de obtener premios.
Leer, daño colateral
La verdad es que leer será necesario para casi todas las cosas que nuestros alumnos o nuestros hijos necesiten o deseen aprender. El problema es que sabemos que es tan importante que lo establecemos como una tarea por sí sola cuando, en realidad, es algo que necesitamos hacer en el proceso, como caminar para llegar a algún sitio.
Leer no es el fin, es el camino
Si nuestros alumnos o nuestros hijos se interesan por algún tema ahí está el mejor pretexto para impulsarlo a leer: ¿les gusta el futbol? Lean sobre futbol. ¿Le gustan las caricaturas? ¡Lean sobre caricaturas! De esa forma podemos mostrarles que en los libros y en la lectura está el camino para llegar a cualquier tema que les intrigue. Por otro lado, es importante que ellos lean lo que les interesa, sean joyas literarias o revistas de moda, lo importante es desarrollar las habilidades necesarias, como la lectura de comprensión, poco a poco se acercarán a otras lecturas.
Actúa natural
Como las verduras, los niños, muchas veces, ven en los libros un obstáculo hacia el postre, porque queremos que lean antes de dormir, antes de jugar, antes de disfrutar. Si nosotros cocinamos un rico plato con verduras incluidas es más fácil que las coman sin pensarlo. Si incluimos libros como parte natural de su ambiente y de sus actividades acabarán por verlos como una pieza más del rompecabezas diario. Intenta poner libros en espacios muertos (como el coche o el baño) y crea actividades en su rutina en las que la lectura sea una opción más, por ejemplo, en vacaciones haz un espacio en el horario para estar en silencio al interior, ahí él podría decidir usar un juguete o leer un libro, no siempre elegirá el libro, pero tampoco se sentirá obligado.
La clave es el placer
Cuando hacemos algo que nos gusta, inmediatamente recibimos una respuesta de nuestro cerebro que nos indica que eso es agradable, la clave para tener niños lectores es que la lectura sea por sí misma una recompensa, así no estará ligada ni a desagrado ni a premios tangenciales. Por eso es bueno que se vincule a momentos agradables o temas de su interés, como una puerta al descubrimiento.
Hacerlo en compañía
Aunque leer es una de las actividades que podrían parecer más solitaras, para disfrutar la lectura se necesita lo mismo que en otras actividades. Hacerlo en grupo hará que los niños se integren en un círculo social, si lo hacen con sus padres, por ejemplo, disfrutarán de un momento en familia, seguros y bien acompañados, mientras que si lo hacen con sus compañeros, deberán alcanzar los capítulos para conversar con ellos y formar parte. Así que saca los libros y haz un club de lectura en tu casa o en tu aula.
No todos son ratones de biblioteca
Algo que también debemos tener en cuenta es que no todos los niños amarán la lectura, sin importar cuantas estrategias busquemos, esto es porque algunos niños son pensadores visuales mientras otros son verbales, así que si tienes algún pequeño que no disfruta leer no trates de hacerlo lector a la fuerza, es mejor concentrarse en que desarrolle las capacidades lectoras que necesitará en el futuro sin aversión, como la comprensión, la comunicación y la atención, y que desarrolle sus fortalezas para otras materias sin preocuparse tanto.
No siempre es fácil convencer a los pequeños para que lean, pero si es importante. ¿Tú qué estrategias usas en tu casa o en tu salón de clases?