Si como adultos tenemos momentos difíciles cuando leemos las noticias, esta inseguridad e incertidumbre podemos transmitirla a los más pequeños del hogar, que muchas veces ven cómo cambia su rutina sin entender del todo qué pasa a su alrededor ni de cómo seguirán los días siguientes, por lo que pueden experimentar mucha ansiedad sin poder reconocerla.
Por ello es importante que como adultos nos preocupemos por las emociones de los más pequeños, tanto en las aulas como en casa, pues muchos de nuestros estudiantes o incluso nuestros hijos, podrían estar viviendo.
Aunque parezcan muy pequeños o a veces pensemos que es mejor protegerlos de las dificultades que enfrentamos, es necesario hablar con ellos, pero hacerlo de forma honesta, pues aunque sean pequeños, son capaces de distinguir si les mentimos, mucho más si nosotros nos sentimos ansiosos o preocupados. Hablar con un lenguaje que ellos puedan entender y responder a sus dudas les ayudará a sentirse más tranquilos.
Aunque el miedo es algo común, especialmente si a nuestro alrededor se percibe cualquier tipo de tensión, es importante reconocerlo, nombrarlo y trabajar en ello. Si nuestro propio comportamiento o el de nuestros hijos o alumnos cambia de forma notable en estos días podría deberse a una reacción normal de ansiedad y temor ante la expectativa y la incertidumbre, por ello reconocer si nuestro enojo o inquietud procede de alguna emoción nueva es muy importante.
Conversa con tus alumnos y en casa sobre las emociones que una situación específica puede traer para ustedes, no es necesario exacerbar el temor, sino reconocerlo, platicarlo y cuestionar nuestras actitudes ante cualquier tipo de cambio social o personal.
A veces, cuando existen cambios en nuestra rutina o sentimos que algo podría amenazarnos experimentamos mucha soledad, aun si estamos rodeados de gente, pues no podemos transmitir nuestros temores y preocupaciones. Por ello es importante romper los círculos de estrés y los pensamientos repetitivos con actividades y charlas que le demuestren a nuestros seres queridos, especialmente a los más pequeños, que no estamos solos, que podemos apoyarnos entre todos y que las acciones que emprendamos tienen un efecto en los demás.
Ser solidarios es necesario. En la mayoría de las “crisis”, podemos ayudar de muchas maneras, tanto a nosotros mismos como a nuestra comunidad, por ello desarrollar ese sentimiento de pertenencia y solidaridad es tan importante, solo así podremos ver que las medidas de prevención que podemos tomar cada uno ayudarán a toda la comunidad.
¿Cómo crees que podemos apoyar a nuestros alumnos?