Estamos en la última semana antes de las vacaciones de Semana Santa y seguramente sientes ya la sal de mar a tu alrededor o por lo menos te llama tu cobertor a pasar unos días en un idílico romance, pero aún faltan algunos días antes de que la felicidad verdaderamente comience. Seguramente tu mente distraída y tus alumnos inquietos te están poniendo a prueba. Aquí hay una lista de momentos que seguro estás pasando o te pasarán antes de que el descanso sea
Aunque estás cansado y muy ansioso de que lleguen las vacaciones, también estás emocionado por todo lo que te espera, así sean unos minutos más de sueño, así que mientras tus alumnos ponen a prueba la paciencia que te queda, también te emociona la perspectiva.
No es fácil ser maestro, mucho menos unos días antes de salir de vacaciones, por lo que en esos momentos de tensión, cuando ya no sabes si calificaste las tareas o se te olvidó el material en la sala de tu casa, te conviertes en el mejor orador, listo para dar los mejores consejos. “Tu puedes, son solo unos días más, eres el mejor maestro y estás a pocos días de salir de vacaciones”.
Se nota cuando las vacaciones están cerca porque los alumnos comienzan a distraerse con todo, si están en medio de un tema importante lo más probable es que todos empiecen a divagar en cómo eso se relaciona con sus planes para las dos semanas de vacaciones. Y aunque tú tienes toda la intención de volver al tema de que hablaban también te diviertes un poco con esas divagaciones.
No importa el nivel, conforme los días de vacaciones se acercan, las actividades se vuelven más laxas. No importa lo que vayan a estudiar, todo puede practicarse y reafirmarse con un sencillo dibujo de un personaje histórico, el ciclo de vida de la célula (incluidas las vacaciones) o incluso de las fracciones. ¡Pongan imaginación niños!
Tu yo de profesor es experto multitasking, puede recordar el nombre de todos tus alumnos e incluso calificar exámenes mientras ayudas a tus pequeños en casa con la tarea, pero en estos días no puedes concentrarte correctamente ni en una sola cosa, cualquier pequeña distracción obliga a tu cerebro a pensar en las vacaciones, en el café caliente que degustarás en las mañanas y en la libertad de ir al baño a la hora que decidas. ¡Lleguen ya!
Las pequeñas responsabilidades que usualmente no te dan mucho trabajo, en estos días requieren el doble de esfuerzo, cosas como pasar lista, revisar tus mensajes pendientes, borrar el pizarrón, son tareas de lo más sencillas que en estos días parecen imposibles, porque no deseas nada más que dejar de hacerlas por dos largas semanas.
A tus alumnos se les ocurren las ideas más alocadas constantemente y cuentan con tu buen juicio de maestro para ponerlas a prueba, pero en estos días previos al descanso, todo te parece una buena idea. “¿Profe, podemos salir a recolectar hojas para la tarea de matemáticas?” Sí, suena como una gran idea.
¿Hay alguna conducta que cambies en estos días? ¡Cuéntanos por qué llegas a sorprenderte en estos días!