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La pandemia de Covid-19 nos tomó por sorpresa, en unos cuantos días pasamos de una vida normal a un estado de ansiedad y estrés, encerrados en casa y con el surgimiento de temores relacionados con el ritmo que se perdió, la economía, los problemas sociales y, claro, la enfermedad que nos aqueja. Esto cambió toda nuestra vida a gran velocidad, lo cual ha tenido toda clase de efectos.
Todo esto ha traído una crisis diferente, la crisis de salud mental, que desde hace algunos años se ha agudizado en todo el mundo y que de pronto se ha hecho presente en muchos hogares. Muchas son las familias que han enfrentado crisis de ansiedad, ataques de pánico, episodios de depresión o incluso reaccionado de forma violenta a situaciones que anteriormente no hubieran despertado estas emociones en ellos. Aunque es normal que esto ocurra, no es sano, siempre podemos buscar soluciones y explorar nuestra salud mental para tener una buena calidad de vida.
Este es el primer paso en cualquier momento, no importa si te parece que no te sientes tan mal, cualquier razón es buena para buscar ayuda de un profesional. El psicólogo nos ayudará a encontrar respuestas para que nosotros mismos solucionemos los momentos de estrés y nos brindará herramientas para enfrentar lose problemas del día a día. Aunque muchos pensamos que deberíamos lograr esto sin ayuda es importante darnos cuenta que los profesionales lo son porque han estudiado y tienen a la mano conocimientos que nosotros no, además, a veces necesitamos abrirnos y analizar las cosas con otra perspectiva en un ambiente totalmente diferente al que vivimos. Deja atrás el estigma o los prejuicios, todos en algún momento necesitamos de un terapeuta y buscar ayuda es un acto de valentía y amor propio.
Además de buscar ayuda, siempre podemos buscar algunas herramientas que nos ayuden a vivir mejor. Afortunadamente tenemos a mano muchas posibilidades para combatir los momentos de ansiedad o estrés más complicados. Aquí te sugerimos algunas ideas para que logres respirar mejor cuando sientas que el estrés te agobia.
La respiración es muy importante, si lo hacemos superficialmente lo más probable es que tengamos problemas de dolor de cabeza, que aumentemos la sensación de pánico en momentos de crisis o que sintamos mareos o náuseas continuamente. Así que recordarnos de vez en cuando cómo respirar es una buena técnica para sentirnos más tranquilos. La respiración consciente es una forma sencilla de meditar, de recordarle a nuestro cuerpo y a nuestra mente que estamos en el momento presente y que todas las preocupaciones no significan una amenaza al instante, de hecho la respiración es la base de la meditación y lo único que tienes que hacer es concentrarte en la sensación física que produce respirar.
Cuenta tus respiraciones y trata de llegar a diez sin perderte en el mar de pensamientos, para ello puedes concentrarte en la punta de tu nariz y las sensaciones que te provoca la respiración continua, el aire frío cuando inspiras y el aliento tibio al exhalar. Cuenta diez respiraciones y luego continúa con tus actividades.
También puedes respirar en patrones, por ejemplo, al inhalar hazlo en cuatro tiempos, sostén el aire otros cuatro tiempos y finalmente exhala mientras cuentas hasta cuatro. Esto te obligará a concentrarte en esto y te ayudará a disipar el miedo, el estrés y la ansiedad.
El miedo, el estrés, la ira o sencillamente la ansiedad muchas veces inician un proceso en nuestro cuerpo que es difícil de controlar, lo cual termina en conductas complejas como ataques de ira, crisis de pánico o llanto incontrolable. Aunque demostrar nuestras emociones es necesario, como docentes sabemos que este desborde muchas veces se transforma en una conducta compleja, como un alumno que no controla su ira. Esto nos puede ocurrir a nosotros también, especialmente si estamos bajo estrés, por ello podemos ocupar técnicas para desescalar estas emociones, especialmente frente a nuestros amigos, hijos, alumnos, etc.
Cantar es como un ejercicio de respiración, concentrarnos en el ritmo de la canción, inhalar y exhalar en ciertos patrones, concentrar nuestro oído para copiar un tono y la sensación física de ajustarnos al sonido, todas estas son reacciones inconscientes, pero ayudan mucho al momento de ansiedad y por lo tanto a controlar mejor nuestras emociones. Si de pronto sientes que algo se sale de control tararea una canción, incluso puedes involucrar a otros en esto, animando a tus alumnos o a tu familia a tararear cierto ritmo unos minutos.
Aunque las tareas desde casa nos tienen agotados, muchas veces la tensión se acumula de forma física en nosotros, especialmente ahora que el movimiento se ha reducido mucho. Así que la mejor solución es hacer ejercicio, mover el cuerpo y obligar a nuestros músculos a esforzarse, esto nos ayudará a reducir el estrés y liberar nuestro cuerpo de las emociones negativas. Sal a correr unos minutos, sigue un video de yoga o salta un poco la cuerda, no se trata de convertirse en atleta profesional ni de dedicar horas enteras a esto, solamente unos diez o quince minutos pueden hacer una gran diferencia.
En el momento en el que las cosas comienzan a sentirse demasiado grandes para controlarlas, nuestros sentidos suelen verse comprometidos, por ello, las técnicas de anclaje son muy útiles para ayudar a nuestro cuerpo a alejarse del estrés o la ansiedad y evitar así que lleguemos a un ataque de pánico o crisis de ansiedad. Busca a tu alrededor cinco cosas que puedas sentir y acércate a ellas, diferentes texturas que te sirvan para concentrarte en ellas, busca cinco colores diferentes y nómbralos o busca cinco objetos del mismo color, también puedes buscar olores o incluso sabores. Cada vez que identifiques algo descríbelo, esto te ayudará a enfocarte en otra cosa y alejarte de una crisis.
Recuerda buscar ayuda lo antes posible, sin duda todos necesitamos de atención psicológica y este es el momento perfecto para acercarnos a un profesional. ¿Has sentido que la tensión se acumula? ¿Has tenido que enfrentar algún momento difícil en esta temporada? ¡Comparte con nosotros tus técnicas y estrategias para momentos difíciles!