Por Idali Rodríguez
Hace algunos años tuve la fortuna de ser maestra de un niño especial, cursaba el 1er grado de primaria y presentaba parálisis cerebral; su nombre es Jesús , debido a sus limitaciones físicas tuve que hacer varias adaptaciones curriculares para que pudiera aprender a leer y escribir. Tuvimos resultados maravillosos con el apoyo de un teclado ya que no podía hacer uso de la pinza de su mano.
Todo el tiempo recibí apoyo de sus papás, su mamá permanecía en la escuela durante toda la jornada escolar para auxiliarle en el baño y también para darle alimentos, sin importarle las inclemencias del clima siempre permanecía en los pasillos de la escuela, tejía para contribuir a la economía de casa.
Afortunadamente, el grupo era muy incluyente, querían mucho a Jesús y trataban de ayudarle si lo necesitaba. Así fue como Jesús participó en festivales, bailables y muchas otras actividades, con su silla de ruedas, incluso lo incluí en la escolta, le adaptamos una tabla para que pudiera cargar la bandera.
Es un gran niño, aún mantengo comunicación con su familia, actualmente cursa el bachillerato y fue representante de la ONU, orgullosamente fui su maestra.De esos alumnos que te inspiran a seguir…