Ser maestro no es una tarea fácil, implica atender y enfrentar muchos desafíos en la escuela, en la clase y en el patio. Sabemos que cuando hay niños de por medio es muy difícil prevenir accidentes, sin embargo, en coordinación con directivos, administrativos, docentes, alumnos y padres de familia es posible crear procedimientos para prepararse, actuar ante un accidente y minimizar los daños.
Es importante que constantemente se hable con los estudiantes para hacer recomendaciones y resaltar la importancia del autocuidado. No solamente desde la perspectiva de los reglamentos, pues es vital ayudar a que los niños lleguen a conclusiones por sí mismos, así podrán tomar las mejores decisiones en situaciones de estrés.
Para prevenir accidentes también es muy importante que maestros, prefectos, directivos y administrativos se organicen para vigilar los lugares y momentos en los que ocurren con más frecuencia. Se ha identificado que los más riesgosos son: durante el recreo en el patio, dentro de los salones de clase, en los talleres y laboratorios, en las escaleras, durante la entrada o salida de la escuela, en la clase de Educación Física y en los baños.
Sin importar todas las medidas de prevención, los accidentes ocurren, por ello identificarlos también es muy importante. En general, se recomienda que algunos maestros, directivos y administrativos tomen cursos de primeros auxilios, aún si cuentan con servicio médico.
Los expertos en temas de seguridad mencionan que los casos de urgencia dentro de las escuelas más frecuentes son:
- Sangrado de nariz
- Luxaciones
- Esguinces
- Fracturas
- Traumatismo en la cabeza
- Desmayos
- Raspones
- Asfixias
- Moretones
También es importante identificar las emergencias que pueden ocurrir por condiciones médicas, como las convulsiones, la hipoglucemia, la hiperglucemia o la migraña. En general si sabemos que un alumno tiene alguna condición nos podremos preparar, pero muchas veces los primeros episodios de algunas condiciones ocurrirán en la escuela, pues aquí pasan mucho tiempo. Date el tiempo de conocerlas e identificarlas, así podrás actuar si algún alumno llega a presentarla.
Crea un plan de acción para situaciones de emergencia importantes. Si tú te preparas, al momento de enfrentar una emergencia, podrás dominar el estrés y actuar según tu plan. Llamar una ambulancia o al servicio médico debe ser la primera reacción, pero al mismo tiempo puedes informar a las autoridades para que llamen a los padres cuanto antes. Si es seguro, envía a un alumno a informar a otro maestro, al director o algún adulto.
Trabaja también con tus alumnos, algunos planes de emergencia para situaciones críticas, esto les ayudará a ellos a evitar el nerviosismo o el miedo y a ti te dará algunos aliados, pues tus alumnos también podrán reaccionar de forma favorable. Crea junto con ellos planes de emergencia, sin asustarlos ni crear miedo alrededor de sus actividades, pero sí para que sepan qué pueden hacer y cómo reaccionar.
Con el equipo docente, revisen las instalaciones de la escuela, identifiquen las zonas más riesgosas y coloquen señalización que prevenga a todos. Los tomacorriente, la estantería, el estado de los pisos y las escaleras, entre otros, son fuente de riesgo, por eso deben vigilarse. SI es posible, den mantenimiento a esos sitios y si no, identifíquenlos.
¿Crees que tú y tu escuela están preparados para evitar y atender accidentes?