Cualquier época es una buena oportunidad para resolver pendientes, probar cosas nuevas, salir a visitar otros estados, entre muchas otras cosas. Pero también de transición, porque, a pesar de los años de experiencia docente, cada ciclo que comienza trae cosas nuevas, alumnos distintos, retos exigentes y en ocasiones más cambios de los que podemos manejar.
Si en tu caso estás pasando por una temporada de cambios que se suman a un nuevo ciclo escolar que comenzará pronto, es importante tener herramientas para afrontarlos.
Seguramente has escuchado la expresión y es que además todos hemos pasado por esta zona en algún momento. Como su nombre lo indica, se trata de un momento en nuestras vidas en el que estamos muy cómodos con lo que vivimos, tanto en el aspecto personal como laboral, porque nos hemos acostumbrado a ello y porque de cierta manera nos brinda seguridad. Esto no significa que en esa zona nos sintamos satisfechos, por el contrario, se puede convertir un lugar frustrante, pero seguro, porque sabemos qué y cómo ocurren las cosas.
De entrada puede parecer innecesario tener que salir de esta zona que nos ofrece cierta comodidad y es verdad que muchas veces lo que necesitamos es estabilidad para transitar por nuestra vida, pero hay cosas que no podemos obtener en ella. Atrevernos a soñar y a lograr objetivos que nos planteamos, crecer como personas y como profesionistas, así como sentirnos satisfechos con lo que hacemos son cosas que podemos lograr solo si nos atrevemos a salir de esta zona.
Suena bien y tentador atrevernos a salir de esa zona de confort porque las cosas que deseamos están fuera de ella. Pero no es nada sencillo, todo lo contrario, es de hecho un reto enorme, porque significa alejarnos de las cosas que nos dan estabilidad, conocer personas nuevas, aprender sobre temas nuevos y abrir nuestra mente a las posibilidades. También trae consigo una fuerte dosis de incertidumbre, ya que implica riesgos e incluso en ocasiones alejarnos de las personas que más queremos, quienes, al pensar en nuestro bienestar, podrían cuestionar nuestras decisiones, lo que puede incluso llegar a un conflicto.
Lo primero es entender que el miedo es algo natural y normal, no es necesario que arranques un proyecto o busques nuevos horizontes sin sentir miedo, pero la clave para enfrentarlo es aprender y conocer un poco más de aquello a lo que te enfrentarás, esto te hará sentir más en control. Plantearte hacia dónde quieres ir o saber a dónde te llevan las aguas puede ayudarte también, mapea un poco las posibilidades, pero no te dejes abrumar por las incertidumbres, que seguramente serán muchas. Confía en ti y déjate llevar por tus instintos.
Salir de la zona de confort no siempre significa lanzarte a una aventura a la selva de África, no es necesariamente abandonar todo lo que conoces ni hacer cambios radicales, se trata de esos pequeños cambios que nos implican un reto y que a veces nos hacen sentir incómodos sin que sepamos bien el porqué. Cambiar el grado que impartimos, enfrentarnos con alumnos nuevos, llegar a una nueva escuela, mudarnos de casa o incluso, dejar una relación. Si te sientes incómodo, pero en movimiento, estás afuera. Si te sientes infeliz, pero seguro, probablemente sea momento de salir de esa zona.
¿Este cambio de ciclo te enfrentas a algún cambio importante? Tal vez sea el momento de iniciar algún proyecto importante, atreverte a trabajar con tus alumnos alguna dinámica nueva, cambiar de grado o irte de la escuela. ¡No te preocupes! Tú tienes la capacidad de superar los obstáculos. Confía en ti.
¿Te has atrevido a salir de tu zona de confort?